Deseo irresistible

Capítulo 18

Ivette

Actualidad...

Quito la sabana que tengo engarrotada por el cuerpo, mientras pestañeo un par de veces, adaptándome a la luz que se filtra por la ventana.

Entro al baño, me despojo de la ropa y entro a la ducha, despertándome por completo

Se siente bien.

Lavo mi cabello y enjabono mi cuerpo, relajándome con mi tacto.

Bajo la ducha pienso y pienso.

¿Acaso estoy haciendo las cosas mal?

Es una pregunta que ronda mucho por mi cabeza, pero tampoco quiero ser injusta conmigo ni con lo que siento...

«"Estas siendo injusta"». Las palabras de Dominic se me vienen a la cabeza, pero las alejo rápidamente.

Termino de ducharme, peino mi cabello y me pongo ropa cómoda. Abro la puerta y

Joder que insistente

— Buenos días – habla animadamente Alexei – espero que hayas amanecido bien – sonríe – aquí tienes el desayuno – señala el taburete en donde yace un plato con panqueques y frutas picadas.

Ruedo los ojos ante la ridícula escena.

— Gracias, pero no tengo hambre.

— Ivette – se acerca a mi tomando mis manos, y quiero alejarme pero no me lo permite – solo escúchame ¿Si? Luego sacas las conclusiones que quieras

Accedo y me siento en el taburete, él se sienta frente a mí y me observa. Como he dicho, me duele todo esto, pero también debo permitirles expresar lo que quieren decir y ya luego me dejaran en paz.

— ¿Podrías comer lo que prepare? – sonríe con calidez y un sentimiento de culpa me embarga. Si bien he sido dura con ellos, también son una fibra sensible, porque siempre soñé con que regresaran y me cuidaran.

— ¿Le pusiste algo a la comida? – susurro y el ríe

— Tranquila Ivette – susurra – no he puesto nada en la comida

Asiento y como. Para ser un mafioso, tiene buen sazón a la hora de cocinar. Él me observa mientras me meto bocados de comida en la boca.

— Esta comible – hablo, jamás le diré lo bien que sabe

— Me alegro – sonríe

— ¿Hablaras? – cuestiono

— Sé que lo que te voy a decir, tal vez te hará pensar que soy un mentiroso – habla – pero quiero que analices todas las cosas que diré a continuación.

Espero paciente a que se acomode y cuando me mira a los ojos, por fin habla.

Alexei

La observo a los ojos y quedo maravillado, su profundidad es igual a la mía.

Tiene el rostro más perfecto que jamás haya visto y cada que la observo, me quedo perplejo porque es idéntica a mí, solo que en versión mujer.

Noto sus ansias por escuchar lo que tengo que decir y hablo, trasladándome 20 años atrás...

Ella me observa mientras hablo y su rostro se con tiñe de sorpresa ante algunos sucesos que narro.