Capítulo 19

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Las grandes puertas de la central se abren, permitiéndome el paso, después de haberme pedido los requisitos establecidos de seguridad. Recorro el estacionamiento, buscando un lugar para aparcar el auto.

Camino con tranquilidad, viendo el revuelo que tienen los soldados. Este lugar hoy más que nunca se siente en potencia, algunos de ellos me observan con extrañeza, supongo que por verme aquí después de haber sido raptada por los imbéciles encapuchados.

Camino rápidamente hacia el área en donde se encuentra la oficina del coronel y, en el camino no vislumbro a ninguno de mis compañeros. Al estar frente a la oficina del coronel, el puesto de Loe, su asistente, se encuentra vacío, por lo que camino y entro sin siquiera molestarme en enunciarme.

En la amplia oficina, se encuentra el coronel, luciendo imponente, mientras me queda viendo con cara de póker. Mis compañeros están a su alrededor, y por lo que veo están ocupados. Todos se dan cuenta de mi presencia y sus caras asombradas son un poema.

—Quiero una puta explicación ahora – demanda el coronel mientras golpea fuertemente su escritorio con el puño

—La hay – camino tranquila, manteniendo mi postura – Como ves ya estoy aquí, sana y salva.

—Claro – espeta brusco – por arte de magia

—Vivi – susurra Isabel – estábamos preocupados por ustedes

—Tranquila – le sonrio para tranquilizarla – estoy bien

—Si, lo veo – me mira dudosa – aunque todos vimos cuando te llevaron.

—Lo hicieron – me sincero –. Pero, hubo un enfrentamiento entre mafias y logre escapar

—¿Así sin más? – Christian me observa analizándome

—Te estoy diciendo la verdad – hablo tranquila – La mafia Alemana y Japonesa tuvieron un enfrentamiento. No fue fácil salir, pero después de tanto lio logramos escaparnos

—Hmm – me observa con duda, pero me mantengo tranquila.

—Quiero nombres, todo – demanda y simplemente asiento, aunque sé que no está convencido del todo, pero no quiero generar otras sospechas.

—¿Recuerdas la misión que se llevó acabo en Luxemburgo? Naoki Nakamura estuvo allí, me toco seducirlo y supongo que se dio cuenta de mi identidad, ya que vino a parar aquí – hablo tranquila – sabes perfectamente que los líderes de la mafia tienen una rara obsesión de matar a las personas que se burlan de ellos en sus caras y eso fue lo que hice - lo miro –. Me parece estúpido que hayan podido dar conmigo, dado la seguridad que tiene la organización respecto a sus agente ya que todo es confidencial – los culpo – aquí hay un soplon, porque nada justifica lo que paso

—Investigare – responde tenso

—Bien

—Te tratamos de rastrear a ti y a Thompson, pero tus rastreadores salían inactivos – confiesa – pero, parece que tu sola te sacas del lodo

—Si esperaba por ustedes, tal vez en estos momentos no estaría respirando – comento con ironía

Christian le sigue dando ordenes al equipo, sobre una nueva misión, y solo me dice vagas cosas, ya que luego tendremos una reunión en privado.

Salgo de su oficina, y me adentro en la mía, mientras trato de trabajar. Me indican que mi pelotón está entrenando, pero están flojos, por lo cual me enrumbo hacia los campos de entrenamientos, viéndolos a todos formados linealmente, mientras mantienen el mentón en alto, cabeza erguida, y la mirada al frente, dándome un saludo militar.

Deseo irresistibleWhere stories live. Discover now