— Están atacando la central.
Una oración que pone mis pelos de puntas y tensa todas mis terminaciones nerviosas.
Mi cerebro exige más información, por lo que hablo con poca paciencia.
— ¿Cómo que atacando? – cuestiono -. La alarma ni siquiera ha sonado
— Todo se desactivo mi capitán – balbucea el sargento – El capitán Thompson está tratando de solucionar el problema.
— Atentos – murmura Christian, antes de levantarse y tomar unas cuantas armas de una compuerta.
— Ten – me lanza un M16 y una Glock 17 la cual guardo en la pretina de mi pantalón.
— Andando – espeta el coronel y sigo la orden.
En este lugar no se escucha absolutamente nada, pero Christian trata de acceder a las cámaras del sitio y estás se muestran apagadas.
Salimos de la oficina y el lugar está en penumbras. No se escuchan ruidos de balas y una sensación de extrañeza se extiende por todo mi cuerpo.
Tomamos las escaleras de emergencia, atentos ante cualquier movimiento. Y en un debido momento se empiezan a escuchar sonidos de balas.
Ese es mi incentivo para estar pendiente de todo.
— Vamos a donde Thompson – espeto – es mejor si estamos juntos
Christian asiente y seguimos hacia las oficinas de inteligencia. El lugar esta desolado y noto que la oficina de Thompson está cerrada, camino lentamente y la abro. Thompson está pegado a la computadora, metiendo claves y códigos.
— Me alegro que estés bien Ivette – me habla – estoy tratando de restaurar el sistema, pero me tienen bloqueado. Debemos salir de aquí
— Vámonos entonces – espeto – cada minuto aquí es muy peligroso para nosotros. Debemos hacerles frente, de lo contrario perderemos gente.
Él toma sus cosas y mete una pequeña laptop en un bolso.
— Ten – me pasa una cajita de ¿pastillas?
— ¿Son para ti? – pregunto
— No, son micro bombas, las cree hace poco – me sonríe y le pasa unas cosas a Christian quien las toma y las guarda en algunas partes de su uniforme.
Cruzamos la puerta y el sonido de las balas se intensifica, no hay rastro de Isabel ni de los demás. Isabel es mi mejor amiga y no me gustaría que le pasara nada por lo que trato de caminar más rápido, pero siento que el camino se me hace más lento.
Llegamos al comedor y capto voces. Alisto el arma y al salir me topo con el rostro que tanto estaba buscando.
Isabel esta con Daniel, Robert
— Vivi, gracias Dios estas bien – espeta mi amiga
— ¿A dónde están los demás? – pregunto
— No los hemos encontrado – responde Daniel
— Vámonos – espeto
Christian no dice nada por la orden que doy, y no creo que lo haga, dado que en estas situaciones sabe que es mejor dejarme en paz y haciendo lo que mejor se hacer.
Isabel toma un arma y me sigue. Salimos por la puerta de emergencia y mi sien palpita por la situación.
No soporto no tener el control.
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Deseo irresistible
RomansaUn pasado misterioso Secretos por descubrir Un deseo irresistible Y un peligro inminente ¿Triunfara el amor?