Lunes

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Por suerte ya me encontraba lo suficientemente bien como para andar, todavía me dolía un poco, pero nada que no pueda soportar.

Cuando llegué al hospital ahí estaba Sara, lista para interrogarme. Por suerte nuestras consultas tienen una puerta que comunica entre ellas por lo que cuando ninguna estaba atendiendo podíamos hablar. Miré al próximo paciente a consultar y... Casi me da algo al ver SU nombre ahí escrito. No podía ser, no por favor.

-Sara, necesito que atiendas tú a este paciente, por favor

-¿Es "él"? - me miró con duda

-Sí

-Vale, no te preocupes, yo le atiendo.

Cerré la puerta que comunicaba con Biyín y escuché como esta pronunciaba su nombre. Intenté distraerme para frenar las lagrimas que amenazaban con salir. Y cuando escuché su dulce voz de nuevo, simplemente me derrumbé. Las lágrimas corrían por mi rostro en silencio.

Luego, de la nada escuché en la sala de espera una risa tan reconocible que al instante supe quién era. Cogí el papel, abrí la puerta y fingí leer su nombre en la lista.

-Juan Sebastián Guarnizo

Juanito entró feliz y yo cerré la puerta. Se giró dispuesto a hablar cuando me vio llorando. Le pedí que hablara en voz baja y señalé a la pared.

-Está ahí -dije susurrando

-¿Quién?¿Fargan? -dijo susurrando también

-No, mi ex

-¿Cuál de todos? -preguntó con ironía

-Mi exmarido.

-¿Estuviste casada?

-Sí, bueno, dime rápido de que querías hablar

-Pues venía a decirte que Ari y yo estamos saliendo oficialmente, no somos novios, pero algo es algo. Pero ahora quién me tiene que contar algo eres tú. ¿Cómo que consiguieron que la zorra se casara y dejara de ser una picaflor?

-No siempre fui una picaflor, ¿sabes? Y ahora vete Juan, estoy trabajando.

Juan abrió la puerta y se fue. Pero no llamé a otro paciente, quería un rato a solas, no podía pensar con claridad.

En cuanto escuché la puerta de la consulta de Biyín cerrarse, abrí la puerta que comunicaba con ella y me tiré a sus brazos a llorar. Ella me limpió las lágrimas.

-¿Q-Qué le pasaba? -pregunté entre lágrimas.

-Un catarro muy fuerte, nada grave.

-Pobrecito mi niño -dije llorando

...

Creo que se entiende que yo jamás quise terminar esa relación.

Después de llorar un poco sobre el hombro de Biyín, me sequé las lagrimas y volví a mi trabajo.
Terminé mi jornada y me dirigí al coche sin hablar con nadie, ni siquiera con Sara. Conducí hasta el supermercado para comprar helado, un poco de comida rápida y me fui a casa.

Normalmente me pondría a repasar un poco y a cocinar, pero lo de mi exmarido me ha dejado bastante mal, así que mi plan es sentarme en el sofá a comer helado mientras veo "La la land", nuestra película, ya que a los dos nos encantaba y la verdad es que no tuvimos un final muy distinto.

Iba por cuando Ryan Gosling y Emma Stone están juntos cantando en el piano, y yo también estaba cantando en voz baja, con lágrimas en mi cara cuando llamaron al timbre. Me sequé un poco las lágrimas de la cara y fui a abrir la puerta. De la nada entraron en avalancha Axozer, Biyín, Nia, Juan y la chica rubia, Ari creo que se llama.

¿Existe el amor? (TortillaLand Edition)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora