41. Encuentros en la niebla.

307 31 5
                                    

Yuuki estaba agotada. Había pasado la última noche en vela, dando vueltas en su cama y repasando una y otra vez las conversaciones y decisiones que había tomado recientemente. No podía quitarse de la cabeza la reunión con la presidenta de la comisión y la peligrosa misión que le habían encomendado.

En la agencia de Hawks, se encontraba recostada sobre el escritorio de él, con los ojos entrecerrados y las ojeras marcadas bajo ellos. El sonido de las teclas de la computadora de Hawks resonaba en la habitación mientras él revisaba algunos informes. A pesar de su cansancio, Yuuki no podía evitar sentirse agradecida por la oportunidad de trabajar junto a él, incluso si eso significaba noches sin dormir.

Hawks levantó la vista de su computadora y notó la fatiga en el rostro de Yuuki. Se acercó a ella y le dio una palmadita suave en la cabeza. Acariciando suavemente su cabello, ella levantó la mirada y lo encontró mirándola con ojos cálidos y preocupados.

—¿Estás bien, Ratoncita? Pareces agotada.— comentó con una sonrisa amable. Yuuki levantó la cabeza lentamente y le sonrió débilmente. 

—Solo una noche sin dormir, no es gran cosa.— respondió con voz cansada. Hawks le ofreció una taza de café caliente que había preparado previamente para él.

—Tal vez esto te ayude a recobrar energías.— sugirió. Ella tomó la taza agradecida y dio un sorbo. 

—Gracias, Hawks. Eres un ángel en estos momentos.— dijo con sinceridad, sintiendo cómo la cafeína comenzaba a hacer efecto. Hawks se sentó en el borde del escritorio junto a ella. 

—Sabes que siempre estoy aquí para ayudarte, ¿verdad?— preguntó con su característica sonrisa.

—Lo sé, Hawks, y lo aprecio mucho.— respondió, mirándolo con gratitud. El héroe alado se inclinó hacia ella, apoyando su mejilla contra la de Yuuki de manera cariñosa. 

—Entonces, si alguna vez necesitas hablar o desahogarte, no dudes en hacerlo. Estoy aquí para escucharte.— susurró en tono suave.

Ambos héroes se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la compañía del otro. A veces, no eran necesarias las palabras para expresar lo que sentían. La relación entre ellos se estaba fortaleciendo con el tiempo, y aunque había desafíos por delante, estaban dispuestos a enfrentarlos juntos.

Sin decir una palabra, Hawks la rodeó con sus alas y la atrajo hacia su pecho, creando un cálido y protector capullo a su alrededor. Yuuki sintió un nudo en el estómago mientras se movía hacia Hawks. Era la primera vez que él la abrazaba de esa manera, y no sabía cómo reaccionar. Se sentía nerviosa, pero al mismo tiempo, emocionada, sintiéndose reconfortada por la cálida y protectora presencia de sus alas. 

—A veces, solo necesitas un pequeño descanso para recargar energías.— Yuuki podía sentir el suave roce de las plumas en su piel, y su corazón latía con fuerza. Intentó relajarse, pero no pudo evitar que sus mejillas se tiñeran de un delicado tono rosado.

—Lo sé, pero siento que tengo mucho trabajo por hacer y no puedo permitirme descansar ahora mismo.— Ella suspiró, sintiéndose agradecida por la comprensión y el cuidado de Hawks. Hawks inclinó la cabeza, preocupado por su bienestar. 

—Te entiendo, pero también necesitas cuidarte a ti misma. No puedes ayudar a los demás si no estás en plenas condiciones. Descansa un poco, Yuuki.— susurró Hawks, y sus palabras hicieron que los latidos del corazón de Yuuki se aceleraran. —Estaré aquí para cuidarte.

Yuuki cerró los ojos, sintiéndose abrumada por la intimidad del momento. A pesar de los nervios, se permitió relajarse poco a poco mientras escuchaba el suave latido de su corazón y se dejaba llevar por el abrazo reconfortante de Hawks. Sabía que estaba en buenas manos y que, aunque el mundo exterior estuviera lleno de desafíos, en ese momento, estaba a salvo en el refugio de las alas de Hawks.

Yūgen. (Hawks Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora