Triángulo amoroso

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Parte I
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Amaba ayudar indirectamente a su padre en sus misiones y sí salir con Steven Ordax le serviría a su padre, claro que lo haría.

Steven Ordax

17 años

Alumno destacado del colegio Edén a pocos paso de ser un estudiante imperial.

Era simple solo debía acercarse a él y charlar un poco, no es como si no lo conociera en ocasiones anteriores ya habían entablado una plática agradable ¿Cuál sería la diferencia? Ya había hecho lo más difícil sin saber que lo era, él ya sabía de su existencia ¿Entonces?

-Pero, no entiendo que ve en él -dijo con disgusto mirando por la ventana-.

-Puede ser por que se parece a su padre-dijo sin prestar mucha atención Ewen-.

-De que hablas no son parecidos-murmuro confundido sin si quiera despegar la mirada-.

-Recuerdo que en una ocasión lo vimos, ambos son rubios de ojos azules-murmuro Ewen pasando las hojas del libro- No conocemos a su padre ni a ese chico, pero al menos en el físico es como él. Y no es por nada Damian, pero tú no lo eres.

-¿Qué hay de malo conmigo? -lo miro mal haciendo ademanes con las manos- Soy Damian Desmond, cualquiera quisiera salir conmigo.

-Pues creo que hay alguien que ni si quiera te presta atención -rio Emile mirándolo por detrás del hombro prestando atención a la misma escena que lo sacaba de sus cabales-No lo entiendo, si te interesa tanto por que no simplemente te acercas a ella-dijo restándole importancia -

-Por que lo rechazó, no, más bien ni si quiera le salieron las palabras y se desmayo, ya lo olvidaste pasamos más de medio día en la enfermería-le respondió Ewen aún sin prestarles demasiada atención.

Maldita sea como odiaba a esos dos, pero era cierto, maldición la cólera se apoderaba de cada fibra de su cuerpo ¿Anya era ciega? ¿Qué veía en un chico como Steven? Era cierto que tenía rasgos de su padre ¿Y qué? Eso no era garantía de nada, él era castaño y ¿De rasgos comunes? Maldición esos idiotas le meterían esas ideas, él era Damian Desmond.

-30 dalks a qué no acepta-el ruido de fondo le hizo prestar atención -

-El doble a qué dice que sí -respondió Emile sin inmutarse

-¿De que hablan?-los miro sin comprender algo de lo que decían -

-Steven le está pidiendo a Anya ser su novia-murmuro. No lo sabían, pero estaba a punto de perder a su lord.

-¿¡Qué!?-grito observando al par de sus amigos como si tuvieran tres cabezas -Eso no es...-se aproximó de un solo paso a la ventana y casi como si Ewen supiera que ganaría la apuesta Steven besaba a Anya-.

-Genial pase de tener cero dalks a tener sesenta-Si la mirada de Damian fuera una bala su amigo estuviera muerto ahora-.

¿Había perdido a Anya? No, no, mejor dicho ¿Alguna vez fue suya? No, jamás admitiría en voz alta aquel pensamiento, ya que sus amigos tenían razón jamás podía entablar una conversación que no terminará en insultos y peleas, seguramente ella pensaba que la odiaba, como si fuera posible

-El amor es lento...

-Si, pero tú tardaste mucho.

-¡Qué!-grito horrorizado-Me gusta desde los seis años, pero es claro que a esa edad no distinguía muchos de mis sentimientos, era blanco o negro, no existía el gris.-murmuro apenado-

-Tardaste demasiado en hacer algo.

-Lo sé, es por eso que ya tiene a alguien -el admitirlo ya no le hizo sentir cólera sino tristeza.

Damianya One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora