Situaciones Hipotéticas

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—Si bueno sobre eso yo quería hablar, bueno—jugueteo con sus dedos debajo de la mesa. Solo debía decirlo ¿Cuál era el problema?—
—No, no te lo daré.—sentencio con voz firme—
—¿Eh? ¿Qué? ¿De que hablas Damian?—lo miro extrañada, aún ni si quiera lo decía y ya odiaba la idea—
—Pero, pero, yo lo he estado pensando y creó que sería lo mejor para todos, yo estoy lista y….
—No, no te daré el divorció —espeto al borde de la cólera—Y discúlpame, pero si quieres seguir hablando de esto no pienso quedarme aquí —con furia arrojó la servilleta sobre el plato vacío —

El divorcio, en esto terminaría su matrimonio. De un portazo cerro la puerta de su estudio ¿Había sido tan mal esposo? ¿Anya ya no lo amaba?

¡AAAAAH MALDICIÓN! El eco de las cosas cayendo del escritorio hacia juego con sus gritos desesperados. Pocas veces la vida le había puesto situaciones que no podía controlar, y en este momento está estaba fuera de sus manos.

Rendido y ahogado en emociones se encontraba en un rincón de lo que solía ser su estudio. Parecía como si un torbellino hubiera atrasado con todo. Odiaba a todos. Odiaba su vida. Pero en específico odiaba a su esposa, idiota como si eso fuera posible —negó con la cabeza— Cómo si se tratara de un chiquillo pataleo hasta que le dolieron las piernas.

Debía calmarse, ya había hecho su rabieta. Aún podía salvar su matrimonio.

El sonido de la puerta abrirse lo hizo distraerse de los mil y un escenarios que se había hecho. Había sido claro, no quería interrupciones.

—¡Papááááá!—un gritó cargado de energía le hizo olvidar por un momento lo que pasaba. Se detuvo a medio camino de él —¿Tu oficina?—lo miró curioso—

Se encogió de hombros e hizo una mueca divertido, justo como su hija lo hacía.

—Entre y estaba así, es tan extraño. Ven acá.—la tomo entre sus brazos—¿Cuándo regresaste?
—¡Acabo de vol-volver—chillo entre los brazos de su padre—¡Basta!—
—Esta bien, está bien ¿Ya te has duchado?—lo miro con una sonrisa traviesa —Anda, antes de que mamá se enoje—se puso de pie a la par de ella, para encaminarla hacía la escaleras—Vamos en un rato subirte para ver qué lo hayas hecho.—asintió con la cabeza para salir corriendo a su habitación —No corras, podrías caerte.

Cerro la puerta del estudio, por su bien era mejor que su esposa no viera el desastre. Camino a paso lento hasta llegar al piano, lo había traído con la esperanza de que su hija comenzará con sus lecciones, pero solo le gustaba verlo tocar a él. Se sentó y comenzó a acariciar las teclas suavemente, eso necesitaba; él y la música para poder pensar en que era mejor, en que era lo que estaba pasando y que podía hacer para solucionarlo.

Tal vez había exagerado un poco, ni si quiera la había dejado terminar cuando el ya tenía escenarios hipotéticos en su cabeza, tal vez debían hablar de nuevo, sin gritar, sin exaltarse. Las cosas se arreglaban hablando y no dejando de hablar, sí tal vez mañana en la mañana, cuando estuvieran más tranquilos.

Quería a Anya, no, amaba a Anya con locura.

—Te amo tanto—susurro.
—También te amo, aunque seas un cabezota—se recargo en su hombro —¿No irás a la cama?
—¿Quieres que vaya? ¿Entonces por qué quieres dejarme? ¿Qué pasara con nuestra familia?
—Damian.
—No, no, no, nada de Damian ¿En estos años no te he hecho suficientemente feliz?—la interrumpió como era su costumbre—Si es así quiero que seas consciente de que tendrás en tu consciencia una muerte, ya que Loyd me matará —dramatizo—le prometí que te haría feliz siempre y ahora solo vienes y dices que quieres dejarme. Si lo harás tú se lo dirás a maní, por que yo para nada quiero dejarte, pero—las palabras le costaban, pero no existía un acto de amor más puro que dejar a la persona que amas para que sea feliz—dame una oportunidad.—se giro para mirarla con ojos acuosos. Aún podía aguantar las lágrimas —
—¿Ya terminaste?—exclamo sin expresión alguna—

¿De verdad así terminaría todo? ¿Anya tenía un amante? La solo idea le causó repulsión, si eso pasaba —apretó los dientes con rabia, debía calmarse—

—Yo no los dejaré ir tan fácil a ti y a maní.
—Eres tan idiota como siempre Dammy—espeto con enojo en la voz—.
—¡Perdóname por querer salvar nuestra matrimonio!—grito. Que había con esa actitud tan indiferente. Tal vez si tenía un amante. Hizo el ademán de levantarse, pero el agarré de anya lo hizo sentarse de inmediato —
—Deja de pensar estupideces ya Damian, estoy enfadada contigo.
—¿¡Qué!? ¿Tu estás enojada? imagina como estoy yo, ya que me ahorraste el decirlo, responde—modero su tono de voz su hija ya estaba dormida —
—¡Eres un idiota Damian Desmond!—lo empujó —
—Baja la voz, maní está dormida.—la miro mal—Basta ya, esto no nos llevará a ningún lado—resopló rendido —
—Tenias razón.

No podía ser, su esposa si tenía un amante.

—Le pediré a mí padre que te mate—espeto. Lo miró con desaprobación ante sus pensamientos —Si me hubieras dejado terminar desde el desayuno serías el hombre más feliz, en cambio solo te hiciste una telenovela —La miro sin entender—Mira—siguió la mirada de su esposa—
—No puede ser—dijo con un suspiro ahogado tomando lo que parecía ser una prueba de embarazo —Dos meses ¿De verdad?—exclamó con la mirada iluminada—¡Seremos padres otra vez! ¡Oh Anya!—la atrajo hacia sí —
—¡Suéltame!—coloco sus manos en su pecho—¿Quién te ha metido ideas tan estúpidas en la cabeza?—entorno una ceja
—¡Oh cariño! Ya lo has dicho soy un idiota—puso los ojos en blanco ante su respuesta —Pero soy tu idiota y para toda la vida—sonrió de oreja a oreja abrazándola cómo si quisiera ahogarla —.
—Alto, alto, Damian casi no puedo respirar—se separó tomando una bocanada de aire—.
—Perdón—menciono con un puchero.
—No era broma, mañana llamaré a papá.




Holaaaaa, hoy nuevamente no iba a subir capítulo 😅 por qué estoy haciendo uno bastante largo, pero está idea surgió ayer en la noche y aquí está:) disfrútenlo.

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Damianya One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora