Triángulo amoroso

399 29 2
                                    

                             Parte II

Después de ese día y sin siquiera pensarlo hubo un acercamiento que jamás pudo imaginar, podían hablar de lo que sea en cualquier lado, en cualquier momento; hacer bromas tontas en la biblioteca para reír tan fuerte que los obligaban a salir, tomar disimuladamente el almuerzo afuera para encontrarse y charlar. Era como si ambos se esforzaran por tener un encuentro inesperadamente planeado. ¿Desde cuándo se había vuelto tan amable Damian? Disfrutaba su compañía, no sabia lo que él pensaba y por el bien de ambos se había abstenido de leer su mente. La pasaba tan bien prefería mantenerlo así, incluso la acompañaba a su casa, aunque no siempre podía ser así ya que no quería que su padre se diera cuenta, no quería deshacer la felicidad momentánea que tenia con Damian. Incluso ya pasaba más tiempo con él que con Becky,  en algún momento había leído su mente sin querer hacerlo y ella pensaba en Dami de una forma diferente, pero no quería pensar mucho sobre eso, además de que ella no le había mencionado nada por el estilo y era mejor así, aunque lo sabía, sabía que tarde o temprano ellos estarían juntos en otro sentido, tenia absolutamente todo para que eso pasara. Ambos eran hijos de personajes bastante estratégicos para este país.

En múltiples ocasiones había declinado las invitaciones que Steven le hacía, había hablado con él, fue amable le dijo que no podía verlo como algo más—Además de que nunca habían pasado del algo más o algo así, más que en esa ocasión donde la había besado sin su consentimiento, aunque él se había disculpado—Él seguía insistiendo en salir y mandarle mensajes—resopló con cansancio—. 

—¿Qué pasa? ¿En qué piensas? —La voz de Damian la tomo por sorpresa —¿No tienes hambre?—se sentó junto a ella—

Respondió negando con un movimiento de cabeza.

—Damian—la miró —Tú has pensado ¿Qué harás después de esto?
—Iré a clase de ciencias. —le restó importancia tomando un poco de su bebida—
—Sabes de que hablo
—Al futuro, me he abrumado años pensando en eso Anya, saber cómo complaceré mejor, créeme que lo he hecho—resopló—

Después de aquel comentario el silencio gobernó ¿Qué era lo que quería escuchar? O mejor dicho ¿Qué quería saber?

—¿Y tú? Serás especialista de la mente como tu padre—lo menciono como cuando lo decía ella cuando tan solo eran unos niños — o trabajaras en el ayuntamiento.
—No lo sé, el trabajo de papá es difícil —y él jamás dejaría que hiciera lo mismo —Sabes creó que no debemos hacer lo mismo que nuestros padres. —lo miró con seguridad—Tú ¿Quieres ser el siguiente presidente del partido?
—No seas boba—rio—Ese será Demetrius —tiro una carcajada—He pensado lo mismo que tu Anya. Además, no es como si mi padre se interesa por saber lo que quiere su hijo segundo ¿No?
—Cierto—rio—Dami—Lo nombró por aquel sobrenombre que se había inventado ella y le gustaba tanto —¿Y Becky ella?
—¿Qué pasa con ella? —preguntó sin entender—
—Ya sabes.
—Realmente no….

El timbre anunciando que había terminado el descanso terminó lo que sea que haya intentado hablar.

Las últimas cuatro horas que restaban del día no coincidían con ninguno de sus compañeros, le era fácil hablar con quien sea sin embargo no con alguien con quien pudiera hablar más libremente. Después de la conversación con Damian se sentía un tanto intranquila, aunque no tenia caso de el porque sin darse cuenta ella tenía una clase de relación con Damian un tanto extraña, no habían vuelto a besarse desde que el lo hizo en la feria, habían hecho una apuesta tonta sobre el beso y todo eso, pero aun no se atrevía a rebasar esa línea y él no lo había vuelto a hacer, algunas veces se tornaba un tanto extraña la situación, miro el reloj solo debía resistir diez minutos más, aunque realmente no sabia de que hablaba el profesor —bufó por lo bajo— y mantuvo la mirada hacia el frente, quería apagar su mente un momento.

Damianya One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora