Capítulo 5.

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Por primera vez, Jeongin experimentó el sentimiento que surge cuando la persona que te gusta halaga a otra persona, los celos. No quería aceptar que así era, pero no pudo disimularlo más cuando te referiste a Christopher como el chico más dulce y amable que has conocido.

El brillo en tus ojos lo hirió, quizás era tonto sentirse de esa forma porque tenía días conociéndote; sin embargo, Jeongin no logró sacarte de sus pensamientos desde la primera vez que te vió, te consideraba especial y tenía la ilusión de volverse más cercano a ti.

Tuvo mucho en qué pensar mientras volvía a casa, el hecho de saber que Chan tuvo una novia antes de llegar a Corea y que éste no lo contara, le confirmó que siempre ponía a los demás en primer lugar olvidándose de él mismo.

¿Aún sentiría algo por ti?, ¿Por qué nunca te mencionó?, ¿Acaso no confiaba en ellos? Preguntas así empezaron a invadirlo, necesitaba respuestas.

Se detuvo para analizar la situación y después de unos minutos decidió regresar al lugar en el que tú y él estuvieron platicando. Quizás no tuvo ninguna oportunidad desde el principio, pero le gustabas mucho y estaba dispuesto a intentarlo antes de darse por vencido.

Te llamó de inmediato y respondiste.

— ¿Si? Dime Jeongin.

— ¿Estás muy lejos del parque? Olvidé decirte algo importante, ¿podrías regresar? — preguntó Jeongin.

— Hmm... claro, ahora mismo voy para allá.

Cuando Jeongin llegó al lugar tomó un ligero descanso para realizar otra llamada.

— Necesito que contestes, hyung. — dijo mirando la pantalla de su teléfono.

El tono cambió indicando que la llamada fue recibida, Jeongin no tardó para hablar.

— Channie-hyung, necesito tu ayuda... ven pronto a la dirección que te enviaré.

— ¿Sucedió algo?, ¿estás bien? — preguntó el mayor con la respiración entre cortada, se encontraba haciendo ejercicio.

— Estoy bien, pero hay alguien que requiere hablar contigo.

— De acuerdo, te veo en un rato. — dijo secando el sudor de su frente y dirigiéndose a la regadera para salir de casa lo más pronto posible.

Jeongin estaba nervioso, sabía que lo que sucedería a continuación podría costarle mucho y quizás regresaría a casa con el corazón roto, pero se quedaría con la satisfacción de haberte ayudado tal como lo prometió.

— Tn... espero que resuelvas tus pendientes con Channie-hyung. — dijo para sí mismo.

.  .  .

Cuando llegaste no había rastro de Jeongin.

— ¿Aún no llegaría? — confundida tomaste tu teléfono para llamarlo.

Antes de que pudieras presionar el botón para iniciar la llamada, Jeongin apareció caminando hacia ti.

— Ah, ahí estás... — dijiste guardando tu dispositivo. — ¿Está todo bien? Me sorprendió mucho que me pidieras volver.

— Lo sé, en realidad no soy yo quién olvidó decirte algo.

— ¿Eh?

Por alguna razón tu corazón comenzó a acelerarse y un calor extraño se alojó en tu estómago al imaginar lo que Jeongin trató de decir con aquellas palabras. No era posible, no podía estarse refiriendo a Christopher, era demasiado pronto.

— ¿Qué quieres decir? — preguntaste con la esperanza de estar equivocada.

— Solo quiero ayudarte, le pedí que viniera para que hablara contigo y resuelvan eso que quedó inconcluso entre ustedes. — respondió tomando tus manos.

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