S2 -Capitulo XIV

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Pedri González

Me dirigí hacia la habitación donde estaba Lali.

Scarleth siguió mis pasos.

- ¿Lali, puedo pasar?- me acerqué a la puerta y la toqué.

- Si Pedri, pasa- respondió.

Antes de entrar mire a Scarleth y le guiñé el ojo.

Ella estaba con una sonrisa forzada.

Entré y vi a Lali hablando con alguién.

- ¿Qué pasa González?- colgó la llamada y puso a un lado el movil.

- Solo vine a pasar el tiempo contigo- me acerqué a donde estaba ela y me senté.

- ¿Y eso?- me miró confundida, - ¿Y tu novia?.

- Está en el cuarto, sigue molesta- en mi boca se dibujó una mini sonrisa.

Ella aún me miraba confundida.

Ella se paró y se fue al armario, cuando salió me enseñó un vestido.

- ¿Qué te parece?- dijo feliz señalando el vestido.

Era un vestido de color verde esmeralda, quedaba tan bien con su color de piel y tenía la espalda descubierta, lo que hacía que el vestido sea elegante pero a la vez atrevido.

- No se mucho de colores ni mucho menos de diseños, pero se te verá hermoso Lali- me levanté y me puse frente a ella, Lali se había puesto nerviosa y retrocedio unos pasos hacia atrás.

- Gracias González- murmuró.

- ¿Lali, si te beso ahora te molestarías?

Ella intentó decir algo pero no la dejé.

Mis labios se estrellaron contra los suyos.

Fue un beso rápido, ya que Lali se separó a los poco minutos.

- ¿Pero qué haces gilipollas?- retrocedío, alzo su mano y me dio una cachetada.

- Yo...- dije llevando mis manos a la mejilla donde me había dado la cachetada.

¡Joder! Me había dolido, tiene la mano dura.

Mi mejilla se puso roja y con la silueta de su mano.

- Tengo novio Pedri, ¿Por qué rayos lo hiciste?.

- No sabía, lo siento.

- Y tu también tienes novia- dijo enojada llevando sus manos a su cabeza.

No sabía ni que hacer, ni como reaccionar.

- Lárgate de mi habitación- me señaló hacia la puerta.

La quedé viendo y caminé hacia la puerta.

Cuando abrí la puerta ahí estaba Scarleth.

Tenía una sonrisa de oreja a oreja.

- ¿Feliz?- dije mientras tenia una de mis manos en el golpe.

Ella solo rió, me agarró de la mano y me llevo hacia la habitación.

Cuando entramos ella me sentó en el filo de la cama y salió de la habitación.

- ¿A dónde vas?- la miré pero no me hizo caso, salió de la habitación.

Esperé unos minutos y ella volvió a subir.

En sus manos tenía un pedazo de hielo.

Se acercó hacia mi y me puso en el lugar donde me habían dado la cachetada.

Borro Cassette | Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora