SPIDER-MAN: UNA VIDA MÁS

01. ¿DÓNDE ESTÁ SPIDER-MAN?

       Dos manos grandes y fuertes acarician una larga melena rubia. Las dos siluetas se abrazan, iluminadas por un pequeño haz de luz que permite atisbar sus cabellos. Un largo y angelical rubio platino se entremezcla con un corto y diabólico rojo acastañado a rayas horizontales...

       Peter Parker despierta con la respiración entrecortada. Ya es de noche y hace más de quince minutos que está junto a la ventana de la habitación 614 de un hospital de Nueva York, sentado y adherido a un saliente de la fachada del propio hospital. Apenas siente el aire que golpea su rostro ni el bullicio nocturno de la gran ciudad que tiene frente a sí. Por el contrario, percibe cada latido de su moribunda tía May, sumido en la culpa. El sonido regular de los aparatos conectados a ella insuflan un ínfimo halo de esperanza a la que Peter se acoge, esperando un milagro... En el interior, Mary Jane, aceptando un rol que haría temblar al más valeroso de los superhéroes, permanece junto a May, consciente de que cada latido puede ser el último.

       La luz de la ciudad entra por el resquicio que deja la persiana de la ventana, alumbrando con sutileza la habitación. Mary Jane observa su reloj de pulsera por séptima vez, preguntándose si funcionará correctamente. Enciende la pequeña lámpara que hay junto al cabecero de la cama, para mirar el reloj de pared que hay al lado del televisor. Le gustaría tener un teléfono móvil a mano para hacer una llamada, aunque sería un acto imprudente. Tanto Peter como ella se deshicieron de sus respectivos móviles ante el temor a un rastreo, tras contactar con el último conocido que aún podía ayudarles. Y así, esperando, da vueltas de un extremo a otro de la habitación, sosteniendo el mando del televisor, cambiando una y otra vez de canal ante el incesante goteo de noticias referidas a los superhéroes y al Acta de Registro:

       Canal 3:

... Senado ha dado luz verde a la apertura de las instalaciones donde serán entrenados los superhumanos registrad...

       Canal 4:

... las 20:50. En directo desde Times Square, donde Los Vengadores combaten al que parece ser una extraña versión de Ultron...

       Canal 5:

... tras el asesinato de Steve Rogers, que aún vestía su traje de Capitán América a la salida del juzgado para su traslado a la Prisión 42, en la Zona Negativa...

       Canal 6:

... Broxton, Oklahoma, ha ocurrido un hecho insólito relacionado con el Dios del...

       Canal 7:

... er Parker, el conocido superhéroe Spider-Man, continúa en paradero desconoc...

       Molesta, apaga el televisor. Deja el mando sobre la mesilla y mira hacia la ventana con la esperanza de que Peter entre de una maldita vez. Se está exponiendo absurdamente. Él lo sabe, pero necesita aclararse. Las alturas siempre le han ayudado a conseguirlo, aunque esta vez le esté costando más de lo habitual. Hace días que su cuerpo y su mente superaron el umbral del cansancio; incluso los superhumanos necesitan dormir. En cualquier caso, los perturbadores y recurrentes sueños se lo impiden, devolviéndole a una realidad aún más terrorífica. Se frota su espesa barba, meditabundo ante el rotundo fracaso en la búsqueda de ayuda para salvar a su tía.

       Llaman a la puerta de la habitación. Mary Jane mira de nuevo la hora. Sabe quién es; eso no evita que sea cautelosa, así que vuelve la vista hacia la ventana en busca de una confirmación por parte de Peter. Pero la confirmación no llega. Supone que su sentido arácnido no advierte peligro. Abre la puerta. Como esperaba, al otro lado está Felicia Hardy, alias Gata Negra; vestida con una camisa negra, jeans azules ajustados, zapatillas negras de plataforma ancha y una boina park de color azul prusiano que camufla parte de su característico cabello blanco plateado, ahora recogido. De su antebrazo derecho cuelga una cazadora vaquera y con la mano izquierda sujeta una bolsa de deportes. Felicia; quien años atrás fue pareja de Peter, es ahora una gran amiga. La complicidad existente entre gata y araña complica un poco las cosas, pues Felicia, una vez, quiso quitarse de en medio a Mary Jane... Pero ahora, las circunstancias mandan.