15. RESPONSABILIDAD (Parte 2)

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—¿Qué sucede, Emma?

—Dímelo tú. Me he pasado las últimas horas intentando comprender cómo hemos llegado a esta situación y todo apunta a ti.

—Debe ser la falta de sueño, que me tiene exánime, pero juraría que me estás acusando de algo.

—¿Por dónde empiezo? ¿Sabrías explicarme por qué Henry Pym ha omitido en su informe que el suero que alojaba los nanobots encontrados en los cuerpos de Norman y Peter tiene la misma composición química que el virus Extremis?

—Es la primera noticia que tengo...

—Hank no opina lo mismo.

—¿A qué te refieres?

—A que te has tomado muchas molestias para ocultar la existencia de Extremis, salvo a tus amigos militares. ¿Por eso ahora eres director de SHIELD?

—Dada la actual situación de la Escuela Xavier y de los mutantes, me parece insensato por tu parte verter semejantes acusaciones. De modo que seré tajante. Si conocéis la existencia de Extremis significa que os habéis infiltrado en mi servidor privado, así como en propiedades del Gobierno, y ya sabes las consecuencias de tal acto.

—¿Amenazas, Tony? Me pregunto qué pensaría Peter si descubriera que tenía en su cuerpo un virus con aplicaciones militares diseñado por la científica Maya Hansen, quien mira por donde es amiga tuya y trabajaba en Futurepharm, subsidiaría de Industrias Stark.

—Antes de nada, dejemos a Peter fuera de esto¸ ya ha sufrido bastante. En cuanto a las supuestas similitudes de ambos compuestos, permíteme que lo estudie y saldremos de dudas.

—¡Oh, sí! Eres tan confiable... —responde Emma, con sarcasmo.

—Mi oferta es más que generosa, teniendo en cuenta que habéis sustraído información confidencial.

—No te equivoques, eres tu quien está de mierda hasta el cuello. A no ser que puedas explicar porque la culpable de comerciar en el mercado negro con nanotecnología, causando cientos de heridos y decenas de muertes, está bajo arresto domiciliario en una de tus propiedades. —Emma coge aire sin dar pie a una respuesta por parte de Tony—. Es evidente que ocultas algo, porque no tiene sentido alguno denunciar a tu propia amiga a las autoridades y luego mantenerla bajo tu custodia.

—Maya es una vieja amiga, que ha aprendido de sus errores. Por eso cumple condena mediante arresto domociliario.

—Me lo creería si no fuera porque eres tu quien ahora tiene todo el control sobre Extremis. ¿Cómo se siente llevarlo dentro?

—No tengo porque darte ninguna explicación, pero para que veas que no oculto nada, solo diré que no tuve otra opción.

—Eso pone en los documentos que he leído.

—Así que lo admites...

—Solo admito que estás muy embarrado, Tony.

—Si no llego a inyectarme el virus, habría muerto. Me enfrenté a un super terrorista que me hizo trizas varios órganos internos. No había alternativa, y aun así, las posibilidades de sobrevivir al proceso regenerativo de Extremis eran escasas; sin embargo, lo logré. Lo que estás pasando por alto es que Maya me administró la última dosis funcional del virus, lo cual hace imposible que Norman y Peter lo tuvieran dentro.

—No digo que tuvieran Extremis en su cuerpo, sino un compuesto químico de semejantes características... Respecto a esa última dosis, ¿fue antes o después de modificar el virus para mejorar tus conexiones neuronales con tu armadura y convertirla en una extensión de tu propio cuerpo mediante los nanobots?

SPIDER-MAN: UNA VIDA MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora