No eliges de quién te enamoras

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Capitulo 14

¿Por qué soy tan impulsiva?

Mi impulsividad es digna de estudios.

Ayer, después de que Kamo me dijera que va a invitar a Yiyi a su fiesta de cumpleaños, quise hablar con ella para solucionar las cosas, para que el día de la fiesta poder enfocarme en darle todo el apoyo necesario a Kamo, y no distraerme con mis problemas.
Así que le mandé un mensaje, diciéndole que viniera hoy a mi casa para hablar. Lo que no pensé que pasaría es que vendría a las siete de la mañana.

Apenas me estoy levantando, y ni siquiera me he cepillado los dientes, y ya tengo que actuar como una persona razonable.

Estamos sentadas en la mesa de mi cocina, yo con mi piyama de My little pony, y ella con un conjunto deportivo rosa, supongo que estaba ejercitándose o algo, ella me contó que suele salir a trotar por las mañanas. 

Llegó hace como diez minutos, y no ha abierto la boca ni para saludar. Yo tampoco lo he hecho.

—¿Por qué me has estado ignorando? —pregunta sin titubear.

Ni los dermatólogos van tan rápido al grano.

—Tengo una buena excusa… —intento formular una mentira creíble, pero tan temprano por la mañana mi cerebro no funciona— en realidad no tengo ninguna.

—Es que no te gusto, ¿verdad?

—No es eso…

—¿Entonces que es? —Sus ojos se ponen de acuarela— explícame por qué no entiendo. Un día estamos lo más de bien, charlando todo el tiempo y pasándola súper, y al otro ni te dignas de contestar uno solo de mis mensajes.

Mi mente está en blanco, no tenga nada que decir en mi defensa.
Le dije que quería verla, pero no planee que decirle. ¿Por qué no medito antes de hacer las cosas? ¿Por qué no uso mi cerebro para pensar? ¡¿Por qué?!

—Te sigue gustando tu amigo, ¿No?
—Mis ojos se abrieron, mis músculos se tensaron, intente sacar un «no» de mi boca, pero solo salió aire.

—Lo sabía, —se pone de pie, y da media vuelta—, ya me voy. No tiene sentido que siga aquí.

No puedo dejarla ir pensando eso, aunque es la verdad. Ni ella ni nadie puede saber que me sigue gustando Kamo. Hasta a mí hermana le mentí diciéndole que ya lo superé.

—¡Espera! —digo mientras la agarro de la muñeca para detener su andar—. No me gusta Kamo. —Únicamente quería decirle eso, ya no sé cómo proseguir—. Me gusta alguien más.

—¿Y quién te gusta? —Se acerca, a tal punto que invade mi espacio personal. Eso provoca que empiece a sudar.

—Este… ahhh… pues… —Mi mente entro en cortocircuito.

Acerca sus labios a los míos —¿Acaso soy yo?

Si no estuviera en la vida real, juro que saldría humo de mi cabeza.
Entonces digo algo, que sé que en un futuro me voy a arrepentir.

—Sí, me gustas.

Nuestros labios se juntaron. Cierro los ojos para disfrutar del momento. Es el segundo beso que me doy con ella. Este es más intenso, con más pasión.

En mi estómago se mueve algo, y no sé si son mariposas, o la culpa, porque sé que le miento.

Estoy considerando diagnosticarme a mi misma como mitómana.

Mueve sus labios a mi oreja, y me susurra —No tienes ni idea de cuánto me gustas.

Hago una sonrisa fingida. Intento no enloquecer de los nervios.

Quiero estrellar mi corazón. Por fin le gustó a alguien, y a mí no me gusta.

—Bueno, ahora sí me voy, tengo prisa. —Me da un beso rápido de despedida—. Nos vemos mañana en la fiesta de tu amigo.

Me sorprendió que ya supiera de la fiesta. ¿Quién le habrá dicho?, De seguro fue Samantha.

Además, ¿se va tan rápido?, no lleva ni quince minutos aquí.

Mis ojos la siguen mientras se aleja, admirando su belleza, ¿Cómo es posible que no me guste?

Ondea su cabello rizado mientras abre la puerta, y sale tirándome un beso. Irradia felicidad, y es por mí.
Pensar en eso, hace que una genuina sonrisa aparezca en mi rostro. Pero esa sonrisa no duró ni dos segundos.
Estoy jugando con algo prohibido, el amor de alguien.

Es que siento tanta impotencia. Sigo enamorada de mi mejor amigo gay, y desaprovechó la oportunidad para vivir mi romance adolescente lésbico. Y aparte juego con los sentimientos de la primera chica que se enamora de mí.

Desearía poder mandar en mi corazón y decirle de quién me debo de enamorar.

Pero supongo que esa frase, esa frase tan cliché, repetitiva, y que siempre critiqué. Tiene razón.

“No eliges de quién te enamoras”.

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Nota del autor: Dioooos que vamos a hacer con Theslya.

A ustedes les gusta este shipp?

Alguna vez le a gustado alguien y desearía que no fuera así?

Loveeee del bueno soñadores.

¡Que se joda el amor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora