19. vulnerable

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capitulo dedicado a coreuki gracias por comentar ❤️

—Y lo peor es que dice que está preocupada por nosotros y que quiere lo mejor para sus hijas

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—Y lo peor es que dice que está preocupada por nosotros y que quiere lo mejor para sus hijas. Por favor, lo único que le preocupa es que arruinemos su reputación. —dice dándole un fuerte mordisco a su barra de chocolate. — ¿Qué reputación?, ¿La de una madre que dejo abandonadas a sus hijas?, ¿O la de la mujer que se casó con un aburrido hombre solo por dinero?

Charles hizo una mueca al verla llenarse otra copa de vino. —Amelia...

—No puedo creer que tenga tan poca decencia. —siguió hablando. —Ella se fue, por lo menos papá no lo hizo, ni Alana ni yo estaríamos donde estamos si no fuera por él. Pero papá siempre será el malo según ella. Porque no fue suficiente y porque no tenía ambición. ¿Qué es lo quiere?, que busque a alguien que me quiera solo como un adorno y me compense con joyas como ella lo hizo.

—Ame...

—No me conoce, y no me conoce porque no le intereso hacerlo. Nunca llamo o pregunto por nosotros. Incluso ahora, cree que decir que podemos llamarle cuando queramos es suficiente, ¿de qué sirve?, no contesta y cuando lo hace es para esto.

El monegasco dejo salir un suspiro lleno de pesadez y deseo poder estar con aquella chica para tomarla de las manos e impedirle agarrar la botella nuevamente. —Bien, creo que ya fue demasiado vino por hoy. —le dijo más serio cuando ella se tomó la bebida de golpe. — ¿Tres copas en un Lunes?, mañana vas a arrepentirte.

La pelirroja rodo los ojos y levanto el dedo del medio hacia la cámara de su computador. —Ni siquiera una botella entera es suficiente para olvidar el mal rato que me hizo pasar.

—Pues lo lamento, pero no dejare que te emborraches a inicio de semana, mucho menos por culpa de tu madre.

Amelia evito mirar la pantalla sintiendo que a pesar de estar a través de una video llamada él podría juzgarla si veía sus ojos llenarse le lagrimas ocasionalmente.

—Debí llamar a Ale, al menos ella me habría dejado beber. —se quejó.

— ¿Y porque no lo hiciste?

¿Por qué no lo hizo?, ni ella sabía. Había pasado la tarde entera pensando en aquello, la discusión que había tenido, si es que contaba como discusión –esa parecía solo otra conversación normal con su madre-. Se trató de convencer a si misma de que no había sido algo importante, pero la molestia seguía ahí sin importar que intentara.

No quería llamar a su hermana, seguramente Amanda ya le había enviado sus respectivos mensajes reclamándole, tampoco quería meter a su padre en toda esa pelea. Ya se llevaban lo suficientemente mal como para agregar algo más al fuego.

Pero Amelia necesitaba hablarlo con alguien. Pensó en comentarlo en el grupo, pero no quería que todo se convirtiera en una broma respecto a los traumas familiares así que dejo de lado esa opción. Fue entonces que, casi milagrosamente, Percy se conectó. Sus horarios coincidían de vez en cuando, pero normalmente sus mensajes se contestaban con muchas horas de diferencia. Quizá esa noche el destino decidió apiadarse de ella un poquito.

¿Desde cuando prefería contarle sus asuntos a Percy, en lugar de sus amigas?, bueno, él también era su amigo. Pero ella sabía que eso no justificaba la chispa de emoción que sintió cuando el rostro del castaño apareció frente a ella.

—Eras el único en línea. —concluyó sin querer dar muchos detalles.

Charles no pudo ocultar una sonrisa. —Sí, claro.

—Aún así, no estas siendo de mucha ayuda.

—Creí que solo necesitabas que te escucharan. —le repitió lo que ella había dicho por mensaje.

—Pero seguramente tienes una opinión de todo esto.

El joven soltó un sonido de afirmación. —No creo que quieras oír lo que pienso.

—Suéltalo, de todas formas no es como que me importe lo que digas. —bromeo.

—Si tú insistes. —él pensó en una forma amable de decir lo que quería. —Creo que la verdadera razón por la que estas molesta es porque te gustaría que esa preocupación que dice tener por ti, fuera real. Quizá, te molesta saber que la única forma de hacerla sentir orgullosa es olvidando todo lo que consideras correcto. —esta vez, no mirar a la cámara no sirvió de nada, incluso si Charles no notaba el brillo de tristeza en sus ojos, el sollozo que dejo salir fue imposible de ignorar. —No creo que este mal, todos queremos la aprobación de nuestros padres, pero, tú misma dijiste que ella era alguien a la que no le debías nada. Que dejes que esto te afecte de esta forma, eso es lo que debería preocuparte realmente.

Esas palabras la hicieron cerrar sus ojos con fuerza y morderse el labio. No quería que los problemas que tenía con sus padres la convirtieran en alguien que no quería ser, una chica asustadiza, cerrada, a Amelia le gustaba sonreírle a los extraños, le gustaba ser creyente de que todos merecían amor.

—Te odio. —susurro dejando ver una sonrisa temblorosa.

Charles soltó una carcajada y le giño un ojo. —Eso es mentira, todos saben que estas enamorada de mí.

—Eso te gustaría, Idiota. —dijo antes de cerrar la computadora de golpe cortando la conexión.

Una vez en silencio, en el medio de su cocina, se llevó las manos a sus mejillas comprobando que estas estaban calientes y, seguramente si iba a verse a un espejo, estarían rojas.

¿Tres meses?, ¿Eso había sido suficiente para que un completo extraño la hiciera sentir así?

Amelia, nunca lo has visto, no sabes cómo es en persona, no sabes si su voz suena igual, no sabes cómo sería tomar su mano, no sabes si su sonrisa será igual de resplandeciente en persona.

Sus ojos fueron de nuevo a la botella a medio tomar que Percy le había dicho que dejara en paz. —No voy a desperdiciarlo. —se puso como excusa.

Probablemente se arrepentiría al día siguiente cuando su profesor hablara durante horas y el dolor de cabeza le dejara a penas abrir los ojos. Pero quizá eso la confunda menos que pensar en el chico de los mensajes. 

𝙂𝙧𝙤𝙪𝙥 𝘾𝙝𝙖𝙩 ▰ 𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡𝙚𝙨 𝙇𝙚𝙘𝙡𝙚𝙧𝙘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora