Besos y escapes, Lucerys

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Cuándo Daemon se casó con su madre y tomó un rol como padres con ellos, siendo ahora el alfa de la casa, Lucerys recuerda que las habitaciones de ellos eran las mas lejanas, antes no lo entendía, ahora mientras escucha los lloriqueos de Aegon se pregunta por qué se empeñó en dormir en la habitación continua de su madre omega.

Su madre es la omega, entonces ¿Porque el que chilla como puerco es el alfa?

Dioses crueles, cada vez le ponen una prueba peor que la anterior.

Rueda por la cama mientras gime frustrado, cuando su gemido se mezcla con el de su padre alfa, decide que ha tenido suficiente de esto.

Levantarse no es tan fácil con su cuerpo rebordete, pero lo logra, una vez que no pierde el equilibrio y logra enfocar desgraciadamente todos sus sentidos, Lucerys se dispone a irse en busca de alguien que puede ayudarlo en su tarea.

Como el soldado leal que dejó hace unas horas, Maegor está de pie, firme y despierto en las puertas de Aenys, Lucerys se acerca descalzo hasta que su hermano lo reconoce y abandona su posición firme para encararlo, su corazón negro y cruel, se derrite ante la vista, su pequeño hermano con ojos dormidos, cabello revoltoso, mejillas redondas rojizas por algún esfuerzo y labios entre abiertos.

—¿Qué sucede hermano? — pregunta con corazón tibio — ¿Que te ha perturbado el sueño?

¿Será acaso nuestro beso?

— Maegue, ¿No quieres acompañarme a una escapada?

El estruendo de su armadura caer debió levantar al debilucho de Aenys excelente piensa con vigor, que escuche quien esta con Viserys mientras está postrado en esa cama por intentar ser un alfa.

Aunque, aveces olvida que su hermano, es un hermanito.

Entrar a las cocinas a escondidas no era precisamente una escapada, pero era mucho mejor que nada y con Viserys a su lado era probablemente lo mejor de todo.

Maegor levantó a su hermano, contento de sentir lo pesadito que su hermano era, sabiendo que se alimentaba bien, era bueno le daría muchos hijos. Viserys se sostuvo de La ventana y cuando Maegor dio un último empujón en sus caderas, cayó en la cocina, o más bien sobre las mezonas de la cocina.

El escándalo podría haber levantado al castillo, pero nadie estaba dormido tampoco se movieron con temor a ser castigados de ser un escándalo conyugal de los reyes, Maegor podía escuchar de fondo uno que otro grito y no era de su madre.

Sin embargo Maegor si se preocupó, tal vez lanzó con más fuerza de la necesaria a su hermano.

Con el ceño fruncido en preocupación y sus ojos oscuros expectantes, Viserys abrió la puerta en silencio, sus cabellos blanquecinos más revueltos que antes ; — entra manito — lo llamo con su manita, el mayor entró de inmediato.

Una vez encerrados ambos, Viserys le señaló una alacena con su dedito regordete — ahi están las sobras de el pastel de limon — susurro a su hermano mayor, este asintió estoico cual soldado e intento alcanzar la alacena , pero fue frenado por el menor, quien levantó sus manos exigentes y Maegor no dudó en levantarlo por sus axilas para que el mismo fuera por el pastel.

Bajo el pastel tambaleante, pero tuvieron existo, Viserys se sentó gustoso en la mezona por la que cayó y le indicó a su hermano sentarse a la par, los piecitos de Lucerys se balacearon de arriba a adelante, mientras que los de Maegor tocaron el suelo y no fueron balanceados.

— toma hermano — Viserys le ofreció su puño lleno de pastel y Maegor mordió la masa tranquilamente, gustando del sabor dulzón que solo Viserys disfrutaba pero que jamás le renegaría una rebanada al menor — ¡Rico! — chillo divertido.

Comieron el pastel hasta que Viserys le indicó a su hermano que se acostara en la mesa, ya cansado y golpeado por el desvelo el mayor obedeció, Lucerys se acostó a la par y con labios llenos de betún limonado, Viserys le dio un beso en la mejilla y durmió a gusto.

Con pies enredados, una torta de pastel desparramada y brazos revueltos, cabeza con cabeza bocas azucaradas y ojos cerrados, fue como fueron encontrados esa misma madrugada por un Aegon cediento.

Igual que Visenya y yo hace tanto tiempo.

Aegon le iba a entregar la mano de Viserys a su hijo mediano.

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Esa Visenya se cogio al pobre Aegon y todos tuvieron que escuchar los lloriqueos del rey durante toda la noche ☠️

Por otro lado, Maegor lleva ventaja, aunque Aenys sigue siendo el heredero 👀 aún puede pelear.

Dioses crueles -Lucerys-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora