MUÑECA DE LA MAFIA #2 || Steve Rogers

Capitulo 17

Helena

Antes de empezar a hablar observo a Steve que me clava los ojos del color del fuego por el rodillazo que le di en la entrepierna cuando comenzó a besarme.

—La función de ustedes aquí es sencilla — me dirijo a ellos —Serán mis informantes sobre los movimientos de Shield, Hydra y Stark. En base a lo que necesite sobre ellos, ustedes me contarán lo que conocen.

—No seas ilusa — me dice Bucky —No moveriamos un pelo por ti.

—Se que no, pero no es una opción para ustedes — continuo —Me asocie con Pierce para acabarlo desde adentro, pero necesito conocer cómo realiza todo y se que ustedes tienen eso claro.

—Por supuesto que sí — Steve me quema con la mirada —Tenemos más experiencia en esto de lo que tú.

—Han vivido más tiempo en esto que yo, eso lo tengo claro — reparo su expresión —Por eso los traje, pero así como los traje puedo deshacerse fácilmente de ustedes. No son una necesidad para mí, son un gusto, un gusto para facilitarme las cosas.

—¿Y cómo vas a someternos a obedecer tus órdenes? — pregunta Bucky —Amenazandonos?.

—No hace falta — dice Natasha y sonreímos al mirarnos.

Encieden la enorme pantalla en la pared de mi oficina, dejando ver a Steve y a Bucky en ella.

—¡¿Que mierda es eso?!.

—Hace unos días inyectamos en ustedes un chip en las venas que fue transportado hacia su cerebro.

—Es un chip de rastreo, algo diferente, está en contacto con el sistema circulatorio — continuo por Nat —Por lo tanto puedo ver los latidos de sus corazones, su ubicación…

—¡¿Que mierda lo hace diferente?! — Steve me enfrenta.

—Lo que lo hace diferente es que; el radar tiene un límite de distancia y si lo rompen, este aparatito — les enseño un control —, comenzará a sonar y cuando suene solo bastará con apretar un botón para que sus venas exploten al igual que su cerebro.

—¡¿Inyectaron una maldita bomba?! — Bucky enloquece.

—Algo así — lo miro —Una bomba que puede detonar si no obedecen.

—No eres capaz de apretar es botón — Steve se acerca a mi amenazante.

—No me subestimes por qué puedo ser capaz de cosas que no te imaginas, Rogers — vuelvo a mi posición —Pero para tu suerte, yo no tendré este control por qué estaré ocupada en la misión; pero si lo tendrán mis hombres de confianza y tienen órdenes estrictas mías de no dudar al apretar el botón si no obdecen.

—No se molesten en atacarnos — dice Nat al ver las intenciones de los dos, sobre todo las del rubio frente a mi —Ya están metidos en esto, y no hay vuelta atrás.

—Exacto — concuerdo —La misión será en dos días, en New Jersey. El lugar es una fachada que aparenta ser un museo desde afuera, pero por dentro es un prostíbulo manejado exclusivamente por Pierce.

—¿Te invito el personalmente? — Steve ríe.

—¿Por que?.

—No me cabe dudo de que eres muy ingenua para esto — se burla —Es obvio que es una trampa, está llevando la oveja a la cueva de los lobos.

—Hay negocios pendientes entre nosotros que aún no se han finalizado ¿Por qué me llevaría a una trampa? — digo tranquila —Tengo en mis manos algo que le interesa.

La droga que mandé a crear

—No son una necesidad para mí, son un gusto, un gusto para facilitarme las cosas — cita mis palabras.