CAPÍTULO 20

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Cassian

A cada paso que doy un millón de formas de matar a esos malditos hijos de puta aparecen en mi mente. La rabia de saber que se atrevieron a estar cerca a mis hermanos me enfurece y solo hace que quiera destriparlos de la peor manera.

La guardia real sigue mis pasos hasta que me detengo frente a la puerta dorada la cual tiene impregnada la inicial del apellido real en el medio. Dejo atrás a todos entrando sin perder tiempo. En estos momentos tengo el tiempo a limite y cada segundo que pasa es crucial en mis decisiones.

-Aquí estoy. ¿Para que me mandaste a buscar? - la puerta se cierra dejándome solo con la persona que fue rey alguna vez.

-Un "Hola" no estaría de más. - increpa.

-No estoy para palabrerías. Dime lo que tenías que decirme. Tengo cosas más importantes que hacer.

-Como siempre tan obstinado. - Deja la reliquia que sostenía en su lugar girandose hacia mí. - ¿Como estás Cassian?

-Como si eso te importara - escupo lleno de odio.

-Eres mi nieto, claro que me importas - afirma con esa mirada de tristeza, claro, maldito manipulador. - Tú, Carsten, Roselyn, Luana y Cristian. Todos ustedes me importan y por eso ahora nesecito protegerlos.

-¿Protegernos? - exclamó irónico - después de dejarnos a la deriva a la hora de perder a mis padres. No me jodas. Y ahora vienes mandándome a tus malditos guardias.

-Yo nunca los deje a la deriva - habla - Tú te fuiste dejando a tus hermanos con una familia que no les correspondía su crianza. Roselyn se fue a Francia por la orden del bastardo de su padre y Carsten tuvo que asumir la corona mientras nuestra familia se iba a la mierda. - brama - Así que no vengas a decirme que no cumplí mi rol de abuelo. Por que lo hice, cuidaba a tus hermanos desde las sombras. Apoye a Carsten en la pelea contra su padre y me mantenía en contacto con Roselyn cuando le prohibieron tener alguna comunicación.

Se detiene por unos segundos tratando de controlar su respiración sacando de una gaveta unos papeles los cuales me los pasa de mala gana.

-Sin mi no hubieras sabido este dato. - observo los papeles encontrándome con las caras de los Beckam en lugares específicos en donde paran mis hermanos. - Lleban rato siguiéndolos pero no han echo ningún movimiento. Al parecer están buscando el momento adecuado.

-Y que sigan buscando - arrugo los papeles tirandolos al suelo siento la bilis subir por todo mi sistema - Que con mi familia nadie se mete y si lo hacen terminan 10 metros bajo tierra.

Me observa serio asintiendo sin dar más pelea. Al parecer este tema se está volviendo más complicado de lo que parece. Joder, a cada momento aparecen enemigos queriendo joder.

-Lo solucionare cuanto antes - digo acomodando mi saco caminando hacia la salida. - Ahora tengo otras cosas que solucionar.

-¿Sigues buscando a los responsables de la muerte de tus padres? - mi cuerpo se tensiona quedándome en silencio - Cassian, debes dejar eso en el pasado. Sabes como sucedieron las cosas.

-¿De verdad sucedieron así? - exclamo curioso - No te preocupes. No te nesecito, tengo todo bajo control.

Afirmó caminando de largo hasta que vuelvo a escucharlo hablar.

-No malogres nada en el viaje. Deja bien en alto el apellido Zimmermann. La prensa estará de carroñera tratando de encontrar algún defecto en ustedes. - inquiere - No dejes que los Williams te opaquen.

-A mí cuando alguien me ha opacado. Las cámaras me adoran.

Sonrió arrogante saliendo del lugar caminando por los pasillos del palacio encontrándome con el idiota de Carsten.

Obsesiones que Hieren (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora