Cruel amor ~ Ed, Edd y Eddy ~ Fanfic EdsxCrueles

Parte 32

Edd se fue al patio por la salida del Gimnasio, estaba bastante desanimado por ver como aquellos chicos tenían su momento especial, se sentía triste, destruido y enojado, quería golpear algo, quería estar solo y alejado del mundo. Afuera estaba oscuro y hacía algo de frío, el delgado se acercó a las rejas y rompió en llanto.

-¿Qué haces aquí?-.

Una voz femenina llamó su atención, con dificultad por la falta de luz Edd distinguió aquella figura, era Marie.

-Wow, te ves muy mal, ¿estás bien?- preguntó la peliazul algo asombrada, parecía que le había pasado algo muy malo al de gorro.

-Sí, yo.. no quiero hablar de eso, solo quiero estar solo- habla el delgado mientras se seca las lagrimas.

Para la peliazul era obvio que esto se trataba de Nazz pero no quiso meterse en el tema, solo se acercó a un metro del delgado y se apoyó con su espalda cómodamente en la reja.

-No deberías estar aquí- dijo Edd afirmando su voz quebradiza por el llanto -hace frío y tú estás muy desabrigada- siguió evitando el contacto visual.

-No pienso volver a ese apestoso baile- mira con desagrado en dirección de la entrada y cruza sus brazos -además, planeo escapar de este lugar- se gira para mirar a través de la cerca hacia afuera -¿vienes?- le propone seria y un poco desafiante.

La invitación de Marie lo sacó un poco de su atrapada mente -¿quieres escapar del baile?- habla más tranquilo.

La chica asiente con la cabeza.

-¿De qué forma?-.

Marie golpea la reja respondiéndole que por medio de ella.

Edd se congeló de miedo por observa lo alto que estaba la cima -¿t-te refieres a saltarla?- se puso nervioso por pensar en hacer algo peligroso y que estaba fuera de las reglas.

-¿Y cómo más?- responde obvia. 

El de gorro pensó dos veces en si hacerlo o no, sin embargo estaba seguro de que quería marcharse de ahí -suena como una buena idea-.

-Hombres primero- Marie señala con su mano la reja y le da el espacio.

Edd respiró profundo y escaló hasta llegar a la cima, miró lo lejos que estaba el suelo y empezó a sentirse mareado.

-¡Ahora solo salta, no mires abajo!- gritó suave la peliazul.

Edd confió e hizo caso y torpemente cayó hacia el otro lado.

-¡Lo logré!- dijo emocionado alzando sus brazos.

-Que bobo es- pensó Marie riéndose un poco por la celebración de su pequeño logro -guarda silencio, nos pueden descubrir- susurró.

Ahora venía el turno de la chica, mientras Marie subía con seguridad, el delgado se dio cuenta que al momento de pasar al otro lado vería debajo de su falda, así que se giró rápido mirando hacia otra dirección.

-¡Aaah!- un quejido salió de la voz de la chica.

-Marie, ¿qué pasa?- Edd no la escuchó caer, estaba confundido.

-Se atoró uno de mis tacones, estúpido calzado- gruñó molesta -Edd, ayúdame a bajar-.

-¿S-segura que no puedes sola?- estaba nervioso, si volteaba de seguro vería más de lo que tenía que ver de Marie.

-Solo ayúdame- se notaba en su voz la fuerza que hacia para salir de ahí.

Incomodo Edd se giró y justo a tiempo para amortiguar la caída de la peliazul haciendo que ambos cayeran a la tierra, su pie se había soltado del zapato atorado. De no buen humor, Marie se acomodó su falda, se levantó y fue en busca de su tacón, mientras tanto Eddy se sacudió el polvo.