¡Buenas! Para este capítulo, les recomiendo escuchar las canciones que se mencionan mientras leen las escenas para que puedan disfrutar más las escenas. ¡Que disfruten y muchas gracias por leer!
—Sabía que no te podías resistir a mis encantos— dijo con aires de arrogancia.
Decidí hacer como que no lo oía o iba a cambiar de opinión.
—¿Qué piensas decirle a Lily y Shawn?— dije observandolos a lo lejos. Ambos se habían sentado en la arena con los pies en el mar. Se veían realmente bien juntos.
—Ellos no se acuerdan ni de nuestra existencia ahora mismo— lo mire—. Vaale, les podemos decir que ha surgido algo con tu madre y que te tienes que ir, y como buen caballero que soy yo te llevaré en mi coche.
—Oye y porque el problema tiene que ser mío.
—Porque tu madre es estricta, todos lo sabemos.
Suspiré, el imbécil tenía razón. Vi como se alejaba casi dando saltitos para comunicarles la novedad. Ahora tenía que hacer esa llamada que no quería. Dios como deseaba vivir en la residencia para evitar seguir pidiendo permiso.
Suspire por última vez y llamé.
—Hola.
—Hola, ¿cómo ha ido el viaje? ¿Ya estás en casa?
—Ha ido bien y de eso te quería hablar, ahora todos los de mi grupo de amigos vamos a casa de Lily a pasar la noche, me preguntaba si podía ir también. —mentí.
Silencio.
Oh no.
—¿Mañana no tienes clases Tessa?
—Si pero no te preocupes, iremos desde su casa.
—¿Y los libros?
—Me pasaré temprano a por ellos si me da tiempo, si no, de todas formas estoy con Lily en todas las clases, podemos compartirlos por un día.
—Está bien, pero no me gustan estos planes tan precipitados, y menos cuando al siguiente día hay clase.
—Lo sé, lo siento.
—Está bien, ya nos veremos mañana por la noche.
Colgué.
Al instante sentí una mirada sobre mí, pasé mi mirada por la estancia pero no encontré a nadie, hasta que mi mirada se posó en la casa de la fiesta y se encontró con Dylan desde uno de los ventanales observando. Casi podía ver su sonrisita, había algo raro en él....
—¡Tessa Tessa! ¡Vamos, vamos!— Caleb apareció como un torbellino y me arrastró con él.
—¿Iremos en tu coche?— pregunté mientras buscaba su coche con la mirada.
—No, les he dejado mi coche a Shawn y Lily para que vuelvan. Cogeremos un taxi.
—Tu lo pagas, yo ya he pagado uno hoy.
— Si si lo que tu digas.
***
—Mira ahí están— susurre.
Ya habíamos llegado al restaurante, estábamos escondidos cerca de la entrada detrás de una pared. Al lado había una puerta, supuse que sería el cuarto de la limpieza o algo por el estilo. Se escuchaba una suave música que salía de los altavoces.
—¿Y ese quien es?
Volví a centrar mi atención en su mesa. Junto a ellas había un chico con rizos charlando con ellas.
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Más que mil estrellas
RomantizmEn el vibrante mundo de la arquitectura, donde las líneas y las formas dan vida a los sueños, Tessa y Caleb comparten más que planos y proyectos. Son amigos inseparables, compañeros de risas bajo el cielo estrellado, y confidentes de secretos que so...