• Capítulo 13 •

1.2K 47 1
                                    

   - Ya está, no voy a seguir insistiéndole a Damon para que me dé un mínimo de atención

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Ya está, no voy a seguir insistiéndole a Damon para que me dé un mínimo de atención. Hace dos días que no da señales de vida, ¿te lo puedes creer? - Samantha se queja.

Parece que no le va muy bien con Damon.

A nosotras nos va de maravilla con el otro hermano, ¿no es cierto?

Sí lo es. Todo va bastante bien, nos respetamos, tenemos sexo, hay besos casi a cada momento del día, abrazos, caricias, detalles. Pero una relación amorosa no, todavía no estoy lista.

- Pues sí lo puedo creer. No es por justificarlo porque me parece fatal que te ignore, pero lleva unos días difíciles. Jaxon me ha contado que los entrenamientos del hockey cada vez son más duros y agotadores, Damon estudia medicina y sabes lo agotador que es. No tiene demasiado tiempo que digamos, casi ni lo veo por la casa. Se pasa el día encerrado en su habitación estudiando y sale solamente para ir a entrenar con Jaxon por las mañanas y por las tardes a la universidad. - le explico.

Mi amiga es de esas personas que sobrepiensa demasiado, probablemente haya estado pensando que Damon se ha cansado de ella, que ya no le interesa o que no volverán a hablar o verse nunca.

- Lo que sí estoy segura es que muere por verte. Las pocas veces que he podido hablar con él siempre me habla de ti, y habla demasiado bien. Me dice que quiere verte, me pregunta muchísimo por ti, un día me dijo que quería que fueras a uno de sus partidos. No pienses que no le interesas o que se aburrió de ti porque Damon cada día quiere conocerte más.

- Yo no pensaba eso. - dice.

- No me mientas, te conozco mejor que a mí misma.

Suspira y se queda mirando un punto fijo en la mesa.

- ¿En serio habla de mí? - sus ojos brillan cuando vuelve a mirarme.

- Sí, y lo hace demasiado. Tanto que creo que él habla más de ti que tú de él.

A mi amiga se le ilumina la cara y mira su taza de café.

- ¿Crees que deba ir a vuestro piso? Para darle una sorpresa.

- No es mío y sí, creo que es una maravillosa idea. - contesto.

- ¿Hoy puedo ir? - pasa por alto el principio de mi frase.

- Pues claro, justo ahora debe de estar en el piso - cojo la copia de llaves que me regalaron y se las entrego -. Toma, yo volveré con Jaxon después de entrenar.

Samantha se levanta de su silla y corre hasta mí, me apretuja entre sus brazos y chilla emocionada.

- Voy corriendo. Te amo, muchísimas gracias. - me lanza un beso y baja corriendo las escaleras.

- ¡También te amo, loca! - escucho su risa y sonrió.

Sigo tomando mi smothiee de fresa y plátano mirando la pista de hielo. Hoy llegué antes para hablar un ratito con Samantha.

Sobre el hielo  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora