Definitivamente todo se había salido de las manos. Cuando iba a avanzar hacia Sukuna, acción que fue meramente involuntaria, ella oyó un gran estruendo acompañado de escombros disparados hacia otro lugar, los mismos que la mandaron al exterior del hospital causado por una maldición que había aparecido –más bien un espíritu maldito–. Por supuesto, debido a que estaban en el último piso, ella comenzó a caer peligrosamente y sólo pudo reaccionar envolviéndose alrededor de su barrera. Esto no la hizo salir ilesa, pero las heridas en su cuerpo estaban en el preciso punto en que dolían como el infierno pero eran soportables para seguir moviéndose.
El Rey de las Maldiciones no se quedó atrás y en cosa de segundos estaba a metros de ella, igual que el espíritu maldito. El corazón de Hoshi dió un brinco y su cuerpo se tensó con temor al ver a Daisuke atrapado entre los tentáculos del espíritu maldito. Esto fue notado por el hombre pelirrosa, quien sonrió sádicamente al pensar en algunas ideas para molestarla, sabía que tenía solo unos minutos antes de que Yuji lograse tomar el control de nuevo y Satoru no estaba cerca.
— ¿Qué ocurre, mocosa? —Preguntó con un tono burlón, caminando cerca de ella con las manos en los bolsillos. Sabía bien que la debilidad de la chica era esa criatura, por lo que fácilmente podía hacerla llorar por piedad, un sólo movimiento de su dedo podría acabar con Daisuke y el otro espíritu maldito sin esfuerzo— No me digas que...
— ¡Hoshi-chan! —Gritó la fémina mientras llegaba corriendo al lugar, llevaba un botiquín de primeros auxilios para intentar asistir a la de ojos ámbar brillante.
La mirada de Sukuna se desvió hacia la mujer y de inmediato pensó en lo bien que sabría su carne, la pelinegra observó en alerta la escena y su respiración se agitó. Estaba en aprietos y no había señal de Kugisaki junto a Fushiguro, así que estaba sola entre el espíritu maldito que tenía a Daisuke y Sukuna que planeaba aprovecharse de la vulnerabilidad de Yua.
No estaba lista para eso en su primera misión, no estaba lista para ese nivel. Sí, podía encargarse del espíritu maldito, pero era difícil desenvolverse cuando sus compañeros estaban en la zona y podían ser heridos, y Sukuna también podía herir a todos allí— Mierda... —Susurró tensando la mandíbula, al ver al pelirrosa dar un paso en dirección a la rubia, su cuerpo reaccionó avanzando.
Yua miró a ambos y retrocedió, entendiendo el peligro en el que se estaba metiendo. Sin embargo, era casi inútil huir del Rey de las Maldiciones, existía una ridícula diferencia de poder y fuerza. La mujer sintió su cuerpo temblar y un escalofrío le puso los pelos de punta al ver cómo la entidad se acercaba, se arrepentía de haber bajado del auto y entrado en la cortina.
— ¡Corre! —Advirtió Hoshi al ver que quien poseía el cuerpo de Yuji no pensaba detenerse, su propio cuerpo preparándose para pelear contra algo que probablemente sobrepasaba exageradamente su capacidad y comprensión, pero eso no importaba ahora, no cuando había una vida en peligro, incluso si eso significaba arriesgarse a sí misma.
Debía tomar una decisión entre salvar a Yua y sacarla de allí o rescatar a Daisuke, el espíritu maldito siendo atacado por el otro al punto de estar por cortarle la cabeza. No podía permitir algo así, pero sus posibilidades eran mínimas en aquella compleja situación. Su corazón latía a mil y su respiración se aceleraba con el paso de los segundos mientras su vista iba de su amigo hacia la rubia y viceversa.
[FLASHBACK]
Los rayos del sol se filtraban a través de las densas hojas de los árboles, iluminando el lugar de entrenamiento donde Hoshi practicaba su técnica maldita bajo la atenta mirada del abuelo Shuji. A su lado, Daisuke observaba con ojos curiosos a su querida compañera que lucía exhausta por las largas horas de entrenamiento.
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Flores de cerezo en tus mejillas || Gojo Satoru
FanficEn un mundo donde la oscuridad y las maldiciones acechan en cada esquina, entre sombras y peligros, surgen historias de luz y esperanza. Un relato de amor que florece en medio de la adversidad, como los delicados pétalos de las flores de cerezo en l...