Capítulo 14

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─Dime que no es lo que creo ─ casi que me reta Jar cuando nos ve llegar tanto a Lizzie como a mí repletas de bolsas de cartón de diferentes tiendas. 

─Dijiste que no querías que te diera dinero ─ aclaro como defensa, y la mujer abre grandes sus ojos celestes. Siento el reto caer sobre mi persona, sé que va a hablarme sobre ésto más tarde, pero mientras tanto, comienzo a repartir las bolsas. ─ Ésto es para David, la mujer de la tienda me dijo que era un talle bastante grande así que creo que quedará bien. De todos modos tiene un ticket de cambio dentro por si no te agrada. He visto que usas muchas cosas azules así que ─ digo mientras le voy alcanzando varias bolsas. 

─A mí no me miren, intenté que no lo haga.─ dice mi novia, a mi lado. 

─Podrías haberlo evitado ─ la reta su madre. 

─¡Me hizo hacer pinkypromise! 

─Estas son para tí. Me costó bastante elegir cosas que me hicieran saber que las usarías, así que verás algunas pulseras y gafas de sol, es lo que más te he visto usar. De todos modos Liz-una vendedora ─ me corrijo ─ me dió la idea de un par de vestidos muy lindos que espero no me asesines por haberte comprado. ─ hablo ─ Y para las mellizas, compré estas ─ le alcanzo a la mujer seis bolsas más ─ son entre chaquetas, faldas y tops, porque siempre estoy robando su ropa y creo que merecían retribución. Estoy segura de que les quedarán. Se las subiré a su habitación ─ digo. 

─No tendrías que haberte gastado tanto dinero en ésto. ─ dice la mujer una vez más. 

─Y ustedes deberían haberme hecho pasar todo este tiempo en un hotel, ninguna de las dos partes hace lo que debería. ─ menciono mientras me encojo de hombros. 

...

─Me va a decir cosas por tu culpa ─ habla Lizzie mientras subimos ─ No tendría que haberte dejado gastar tanto dinero. 

─Para ya con el dinero ─ le digo mientras me quito la chaqueta que llevaba puesta ─ Disfruto haciéndoles regalos. Además, tu familia ha sido muy buena conmigo todo este tiempo, y tenía que retribuír de un modo u otro. Esto es lo mínimo que podría haber hecho. ¡Intenté darles dinero y no me dejaron! 

─¡Te lo aceptaron!

─¡Eso es mentira! Y tú eres cómplice ─ digo mientras la señalo con el dedo.

─¿De qué hablas? 

─Tu madre aceptó el dinero, pero luego tú lo volviste a poner en mi bolso, lo ví. 

─Ella lo pidió, ¿qué podía decirle? 

─Podrías decirle "Está viviendo de arriba, tienes que dejarla hacer mínimamente ésto" ─ ella suelta una carcajada. 

─No haré eso.

─Entonces, mientras siga viviendo aquí, prepárate para entregar regalos al mejor estilo mamma-claus. ─ menciono. ─ Además, no creas que me he olvidado de tí. ─ digo. 

Mi novia se encuentra acostada, metida en su celular para cuando me coloco en horcajadas sobre ella. Frunce el ceño, porque definitivamente no me ha visto comprar nada para ella. Entonces, del bolsillo de mi vestido, saco una caja de cuero marrón que he pedido especialmente para que no se confunda con nada más. 

─¿Y eso? ─ pregunta. 

─Quería comprarte algo, pero tenía que ser algo especial, puesto que de otra forma lo descubrirías. Entonces, se me ocurrió que fuera... esto. Pero tampoco quería que pensaras que te estaba condenando a estar conmigo para siempre. Así que... ─ abro la cajita, y dejo que vea el anillo con dos mariposas que le he comprado. Es dorado, porque siempre usa cosas doradas, y en las alas de la mariposa tiene un par de piedrillas en plateado. Me pareció muy lindo, y muy ella. Tenía que comprárselo. ─ Es para tí. Es mi forma de agradecerte por todo esto, y una especie de promesa que dicta que hasta que tú quieras, yo estaré en tu vida. ─ hablo. Entonces, ella se coloca el anillo, y me besa tomando mi rostro con sus manos. 

Es la persona más increíble que jamás conocí. Es noble, buena, talentosa, graciosa y por sobre todas las cosas la más maravillosa. Si pudiera comprarle el mundo, lo haría, le compraría todas las estrellas, y le quedarían pequeñas. Solo puedo ofrecerle mi corazón, aunque ya me lo robó. Elijo creer que me mantendré para siempre a su lado. Y si no es así, agradeceré para siempre a la chica que me salvó en mi momento más oscuro. 

You Are In Love | Elizabeth OlsenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora