You Are In Love | Elizabeth Olsen

Capítulo 13

Me había acostumbrado a despertar con el aroma de Elizabeth, que siempre amanecía con el cabello enredado sobre la almohada, a mi lado. Me gustaba muchísimo esa sensación de elección. Ella me elegía, era mía y me quería. Sin embargo, esa mañana fue diferente. Me encontré con la cama fría a mi lado, y al estirar mis manos noté que definitivamente me encontraba sola. 

Un "pst" me hizo abrir los ojos, y entonces observé cómo Lizzie me sonreía. Dejaba una bandeja en mi mesa de luz, con una taza humeante de café y pancakes con mermelada y frutilla por encima. Al lado de los pancakes, un muffin con una velita encima, encendida, más encendida que todo mi ser, sobre todo en éste día. 

─¡Feliz cumpleaños mi amor! ─ dice, y esas curvas en sus "r" hacen que se me llene el corazón, suspiro y veo como mis adormilados ojos se llenan de lágrimas. ─ Te amo ─ dice mientras se acerca a besarme. Y que haya esperado ese momento para decirlo hace que se me achispe completamente todo el cuerpo. Me incorporo de la cama cuando la veo subirse sobre mí para besarme, la abrazo, la apreto contra mí y uno nuestros corazones en un solo latido. ─ Sé que todo está de cabeza ahora mismo, pero te prometo, te juro, que todo estará mejor. ¡Ahora! ─ menciona mientras se aparta de mí lentamente. Toma el muffin y lo coloca sobre mis manos, en medio de nosotras. ─ ¡Un deseo! ─ dice, me observa atentamente, y observa la velita. 

─Que estés en mi siguiente cumpleaños ─ hablo, aunque pienso algo diferente. Porque si mi presencia en su vida es una molestia, no quiero seguir en ella. Quiero lo mejor para Lizzie, quiero que todos los días despierte con ese rostro angelado, con esa sonrisa sensible, vulnerable y hermosa sabiendo que nadie le romperá jamás el corazón porque se encuentra junto a la persona correcta. Hoy, esa persona soy yo, pero si el día de mañana esa persona no soy yo... así lo prefiero. 

Quiero que todo este dolor se vaya, pienso, y entonces soplo. 

Tomamos el desayuno juntas. Lo compartimos, así como le comparto todas mis metas para este nuevo año de vida - cosa que yo no tenía planeado pero que ella me obliga a escribir en ese mismo momento - sonríe cada vez que la incluyo en los planes, aunque sean a corto plazo y a corta distancia. Quiero viajar con ella, así sea al siguiente estado, quiero viajar y verla disfrutar de diferentes paisajes, porque quiero ver si uno de esos paisajes me enamora más de lo que yo estoy de ella. Sé que no, pero puedo intentarlo. 

Cuando termino la lista, y el desayuno, Lizzie me acompaña abajo. No me deja bajar la bandeja del desayuno, ni me deja que lleve nada, solamente me hace bajar, y me acompaña.

Entonces, al asomar la escalera, veo que todo está lleno de globos rosas y violetas. Veo cuatro sonrisas que adoro, pero dos que amo, y se me ilumina el corazón y el pecho cuando todas estas maravillosas personas comienzan a cantarme el feliz cumpleaños. Es tan temprano que ni siquiera termino de entender lo que ocurre, pero sé que todo esto es para mí, y sé perfectamente que el ramo de tulipanes, así como la pila de regalos, son obra de mi novia. 

─Te amo ─ le digo, y la abrazo. Escondo mi cabeza en su cuello y la aprieto contra mí. Luego bajo hacia Jay y Emma, que me abrazan siendo esa contención familiar que no sabía, necesitaba ahora mismo. 

Es complejo pasar el primer cumpleaños sin alguien que amas. En mi caso, mi abuela. Siempre llamaba a las doce de la noche, y siempre me cantaba del otro lado del teléfono. No importaba nada cuando las doce de la noche llegaba, porque me llamaba, y hablábamos de las diversas cosas que me deparaba el día. Ahora mismo, no sé que pensaría de mí. No sé si estaría de acuerdo con que estuviera viviendo en casa de mi novia, mujer. Así como no sé que pensaría de que su hija hubiera tomado por opción ignorar cada foto, audio y evidencia de su existencia. No sé si creería que mi madre ha tomado una buena decisión, así como no sé si creería bueno que haya elegido, para empezar a trabajar, el día de mi cumpleaños. 

Pero lo hago. Así que tengo que apurarme, para no llegar tarde el primer día. No sin antes, abrir los regalos. 

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