BROKEN © [Libro1]

CAPITULO 42

Nicholas

ANUBIS.

— Prepárate para perder Scratch — tira el primer puño que no me logra dar — porque esa pantera seguirá siendo mía.

Se me viene encima tirando puñetazos que no me logra dar, retrocedo con cada maniobra de golpe que tira al aire, sonrío cuando noto que se está cabreando. El alcohol en mi sistema sigue todavía pero eso no me impedirá ganar la pelea por la pantera.

Me acerco propinándole dos puñetazos seguidos que lo hacen tambalear a los barrotes del ring, se limpia la sangre y yo solo se sonreír.

Viene corriendo tirando una patada a mis costillas que me hacen curvar, le tomo el pie mandándolo abajo, posiciono el codo para lanzarme y darle en el pecho pero logra rodar en el ring.

— ¡Tres minutos para que se acabe el primer Round!

El presentador avisa y los demás hombres que se encuentran afuera del ring lanzan alcohol y apuestan por la cabeza de cada uno. El árabe se levanta con los puños en el aire al igual que yo, tengo que ganar el primer round si o si.

Viene corriendo de nuevo y logró encestarle un puñetazo tirándolo al suelo, me le voy encima dándole puño tras puño en la cara. El puñetazo que me lanza me quita de encima y ahora es él el que está encima de mi dándome puñetazos queriendo quebrarme el craneo.

Siento como se va llenando de sangre mi boca y nariz, veo en el reloj los cincuenta segundos y si este hijo de perra sigue así ganará.

Me lo quito de encima levantándome haciendo la maniobra que implemento siempre que el reloj está en mi contra, el árabe da puñetazos a cada lado de mi cuerpo pero yo solo me cubro la cara con los brazos, sigue dando golpe tras golpe. Recibo cada uno hasta que siento que no puede más.

Se aleja cansado y es donde arremeto contra el dándole puñetazos a su cara, abdomen, costillas y tiro el gancho que lo hace caer de espaldas en el suelo del ring.

Todas las personas gritan mi nombre y veo al árabe en el suelo sin poder levantarse.

— ¡Uno, dos, tres, cuatro...! — empieza el conteo del presentador y el árabe no logra levantarse — ¡ocho, nueve, diez! ¡Tenemos un ganador!

Dejo a la multitud enloquecida y me agacho para hablarle.

— Agradece que fue una pelea y no un tiro en la sien — me mira con ira y su cara está hecha mierda — me llevaré la pantera a casa, ten los cojones y se un hombre de verdad si no quieres que me la lleve a las malas.

— Lárgate con esa bestia.

— Claro — me levanto y regreso mi atención en él— Cuarenta y nueve batallas ganadas pero no supiste resistir ni siquiera el primer round.

— ¡Maldito!

Sonrío saliendo del ring y tengo los jeans llenos de sangre y mi cara esta vuelta mierda, el nivel de alcohol en mi sangre no me deja sentir dolor de mis cortadas en la cara. Me pongo la camiseta y zapatos, salgo del lugar y a lo lejos veo a Marcus con la pantera que tiene una correa hecha de cadenas.

El animal me mira con cautela y no se si es por lo ebrio que voy pero dicha mirada me la ha dedicado cierta persona con esos ojos verdes.

La pantera se acerca adonde me encuentro rozando su cabeza en mis piernas, la tomo y la incito a que camine. Hace caso el animal y abro la puerta de mi coche subiéndola en el asiento de atrás, Marcus entra después de mi que ve a la pantera con precaución temiendo a que le arranque un pedazo de la cara.

— ¿Que harás con semejante animal?

— Será un regalo — arrancó el coche.

— ¿Quién querrá una pantera de mascota? — ve atrás de él — Se durmió, eres su lugar seguro.