CAPITULO 33

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Alexa

CADENAS, AGONÍA Y TORTURAS.

Las cosas en esta casa han estado tensas, a la mañana siguiente que me levante todos en la mansión habían estado productivos, pareciera como si se preparaban para algo y yo no tenía idea de que.

La mujer que me sanó la heridas entra de nuevo a curarme y ha sido amable pero no quita el hecho de que yo siempre esté a la defensiva. Me baja la bata y quita las vendas sucias de sangre para poder desinfectar las heridas, aplica el alcohol en el algodón y un siseo pequeño sale de mi boca.

— Están empezando a sanar muy bien.

— Si — me limito a contestar.

— Sabes si tu abuelo ya llegó — mi pecho da un salto.

— No lo sé— aprovecho la oportunidad— ¿Podrías prestarme tu teléfono un momento para poder llamarlo?

La mujer me hace una mueca y deja de hacer lo que hace y maldigo por ser tan estupida en pedir eso.

— No tengo permitido que realices llamadas.

— Por favor — la miro suplicante — Solo será una llamada de dos minutos.

La mujer suspira y me da su teléfono desbloqueado.

— Te lo agradezco.

— Realiza la llamada, pero no puedo dejarte sola.

— No hay problema — tengo que improvisar.

Con dedos temblorosos marco el número de memoria de nick, pasa el primer tono y imploró que conteste, el segundo suena y nada, me lo coge al tercero.

— ¿Quién mierdas habla? — una sonrisa inconsciente sale pero su voz me da mil años de vida, improviso para que la mujer no sospeche.

— Abuelo...

¡Nena! Joder Alexa — lo escucho suspirar y me da ganas de llorar — Nena ya se donde estás, tú solo resiste que Antonio me dijo todo.

— Te extraño, yo... — miro a la mujer que me señala el reloj — No tengo mucho tiempo abuelo — hago una pausa — cuídalo te lo pido.

Lo último se refiere a mi abuelo.

Lo se preciosa, lo haré, pero dame dos días para ir por ti — no puedo esperar dos días ya me quiero largar — Te prometí que te robaría de los brazos de cualquiera solo para tenerte conmigo, resiste Alexa.

Las lagrimas salen sin permiso derrumbándome por completo.

— Está bien, te... — la llamada se corta por el límite de tiempo y el te amo no se lo logro decir.

Me limpio las lagrimas y le entrego a la mujer el teléfono, le agradezco y sigue curándome las heridas. Después de un momento me ordena que salga a caminar por la casa un poco.

Bajo las escaleras y escucho las mismas voces que ayer, me asomo con cuidado y observo que se encuentran varios hombres incluido el imbécil que me golpeó y su hija. Están sentados con Domenico que encabeza la mesa, varios hombres hablan de cómo Nicholas les destruyó su laboratorio de droga en un día.

— ¡Ese engendro tiene que saber con quién se mete Domenico! — habla un hombre con poco cabello — ¡Torturemos a su mujer para darle un mensaje!

El miedo se apodera de mi, recuerdo las manos y cadenas en mi cuerpo que me hace temblar.

— ¡Ese hijo de perra no tiene ninguna mujer!

— ¡Si la tiene! — habla la rubia — ¡Deja tu maldito capricho con ella!

BROKEN © [Libro1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora