CAPITULO 46

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Nicholas

CAZA, PT2.

Minutos antes.

Trato de alcanzar Alexa con el coche pero el McLaren es más rápido, acelero demasiado para poder alcanzarla y cuestionarle todo, castigarla por la cachetada y lo malditamente terca que es. Un auto se coloca atrás de mi queriendo adelantarse, entrecierro los ojos para ver bien ya que mi ebriedad me lo impide.

El maldito de Domenico viene atrás de mi y una vez se coloca a misma velocidad trato de desviarlo del camino lanzándole mi auto, trata de maniobrar para no salirse del camino, hace lo mismo conmigo pero me le adelanto más.

Baja la ventanilla sonriéndome como idiota.

— ¡Si no es mía, no será tuya Scratch!

La mierda que lanza me hace apretar los puños en el volante, vuelvo a querer sacarlo del camino, veo que Alexa acelera demasiado «Sabe que es Domenico» domenico se queda atrás dándome ventaja y tal cosa me da mala espina. Acelero queriendo alcanzar Alexa pero mi instinto de supervivencia me grita que vea por el espejo retrovisor.

Domenico saca una bazuca que no va dirigida a mi, si no Alexa, el corazón me late demasiado y jamás había sentido miedo en mi vida, hasta este momento.

Escucho el zumbido del misil impactar en el auto que va Alexa, freno en seco cuando el auto se eleva en una enorme bola de fuego que hace aterrizar el auto a un lado de la calle. Me quito el cinturón con el corazón queriéndome salir del pecho, corro hasta donde se encuentra Alexa y el auto es un manojo de lata aplastada con fuego adentro.

Caigo de rodillas al piso con una presión en el tórax que quiere intentar matarme. Me niego a perderla de esta manera ¡Me niego maldita sea!.

Me levanto del piso queriendo aferrarme a algo que me de esperanzas de que sigue viva «No puedo vivir sin ella» La amo ¡Joder enserio la amo!, maldito sea el día en que ella apareció en ese ascensor, en otra vida me hubiera enamorado de ella ¡No en esta que soy un puto mafioso!

Rodeó el auto queriendo encontrar su cuerpo, pero no veo nada «Se quemo junto con el auto Nicholas» mi mente me lo repite varias veces. Cuando estoy apunto de resignarme veo un cuerpo a lo lejos, corro demasiado hasta donde se encuentra, cuando me acerco cada vez veo Alexa con varias contusiones y con la cabeza llena de sangre.

Mi pecho da un brinco al verla, me arrodillo donde se encuentra y descubro su cuello queriendo tomarle el pulso, lo tiene pero débil. La tomo con cuidado y corro hasta mi coche subiéndola en la parte de atrás, manejo lo más rápido que puedo y aparco en el hospital de Manhattan en el área de urgencias.

Entro al lugar que se encuentra tranquilo pero ya no lo está cuando entro con mi mujer al borde de la muerte.

— ¡Ayúdenme por favor! ¡Mi esposa sufrió un accidente!

Varios médicos se toman el lugar arrebatándomela de los brazos, la ponen en una camilla tomándole los signos poniéndole un suero.

— ¡Tenemos pulso, está débil! — le dice a otro médico — ¡Tenemos que someterla a cirugía! ¡Su cerebro sufrirá un derrame!

La tomo de la mano caminando con ella mientras la llevan al quirófano, la beso suplicando que no me arrebaten la luz que me da esta mujer, suplico que no me quiten lo único bueno que me dio esta asquerosa vida.

— No me dejes, nena — le susurro — Vuelve a mi, lo resolveremos juntos...

— Señor, no puede entrar con la paciente a la sala de cirugía.

BROKEN © [Libro1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora