CAPITULO 62

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Nicholas

LUNA DE MIEL.

Con Alexa salimos demasiado rápido de la recepción, ella se despidió de los presentes y de su familia. La tome de las piernas metiéndola rápidamente al auto. No empacamos nada y no me importa, si tengo que comprarle la puta tienda a mi mujer, lo haré con tal que no me recrimine más adelante.

El auto llegó rápido al aeropuerto por la hora, subimos al jet privado y Alexa se quedó dormida una vez el avión despegó. Aún no aterrizamos, son varias horas de vuelo para ir a Grecia, han pasado dos horas y el que me la quiera llevar a la cama aumenta exageradamente.

La veo dormir plácidamente en el asiento, el vestido se le ha subido dejándome ver las piernas esbeltas de modelo que posee.

Me digo mentalmente que si la quiero penetrar será en el maldito lugar que reserve, por que no hice tal pendejada para desaprovecharla. La azafata viene a donde me encuentro contoneando las caderas, la mirada que me dedica me hace ver las ganas que tiene.

Se agacha para servirme el licor y el escote se lo baja para que le vea las tetas, la miro con una ceja enarcada y se va con una sonrisa. Me tomo el licor de un tirón y trabajo esperando que las horas se pasen volando.

Busco el número de Marcus marcándole, me contesta al tercer tono.

— ¡Estoy follando Scratch!

— ¡No me importa! — el tono hace remover a Alexa — Llamaba para decirte que quedas a cargo en mi ausencia.

— ¡Bien! — dice y a lo lejos escucho un gemido «que asco» — Ahora si me permites tengo que seguir en lo que estaba.

— No quiero errores, Marcus.

— Sabes que no lo tendrás — aclara — Te veo en un mes ¡Mándale saludos a Alexa!

Asiento aunque no me mire y a lo lejos escucho una voz.

— ¿Por que le mandas saludos a otra mujer cuando me estás foll...?

Fue lo último que escuché ya que la llamada se corto y aunque el tono en que lo dijo la rubia sonó a mas una broma, a mi parecer no lo fue ¿como se atreve a mandarle saludos a mi mujer cuando esta follando con otra?

Veo al ser mitológico que tengo a mi lado que está con una mano arriba de su cabeza y los labios carnosos me incitan a besarla, me acerco a su lado y le doy un beso que no la despierta. Me alejo y sigo trabajando dejando los últimos detalles listos para que no se le dificulte a Marcus.

Se que puede manejar bien las cavernas, pero es mejor prevenir que lamentar.

Pasa una hora y Alexa por fin se despierta, duerme más por el embarazo y es entendible, el vientre se le empieza a notar más. Gira su cabeza para verme regalándome una sonrisa.

— ¿Falta mucho para llegar?

— Nueve horas más — le digo tranquilo.

— ¿Adonde me llevas? — pone su codo en el respaldar y su mano toca la mejilla — ¿No me estarás llevando al desierto helado? ¿O si?

Le doy una sonrisa ladeada.

— No, el lugar es muy cálido.

— Bien — se levanta y le miro el culo — Por que no tengo nada abrigado y el que saliéramos casi corriendo no me dio tiempo de empacar nada.

«Ya empieza»

Te compraré cualquier tienda en el centro comercial.

Me sonríe con picardía.

BROKEN © [Libro1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora