BROKEN © [Libro1]

CAPITULO 61

Alexa

SW, PT2.

Decir que soy la mujer más feliz del mundo se quedaría corto, ya que el sentimiento que avasalla mi pecho es inmenso que siento que mi corazón amenaza con explotar de tanta felicidad que desprende.

La boda fue el momento más mágico jamás experimentado, el decir los votos y promesas matrimoniales me hace un sentimiento de plenitud. Y Nicholas, joder la forma en que me miraba me hacía sentir la única mujer en el mundo para él.

Me giro a ver a mi esposo mientras entrelazo mis dedos con los suyos, detallo los anillos que portamos y cada uno tiene un mensaje grabado, mi anillo ya lo había portado antes pero se sintió diferente estar de pie frente al altar y ver como introducían el anillo de bodas en mi dedo; fue mágico y algo único que toda mujer debería de experimentar una vez en la vida así no termine bien.

—Nena, quiero quitarte este puto vestido.

Trata de meter la mano para tocarme por debajo de la tela pero el acceso se le vuelve difícil.

—Señor Scratch— lo beso — ¿No le gusta?

— Si pero me gusta más desnuda, señora Scratch.

Sonrío en grande.

—Tendrá que esperarse a que la fiesta termine.

Farfulla y pone los ojos en blanco como un niño pequeño, la limusina se estaciona en la recepción que está a cinco calles de la iglesia. En la entrada hay varios periodistas esperando nuestra entrada, Nicholas me toma fuerte de la mano dándome un beso. La puertas se abren y la lluvia de fotos no se hace esperar.

— ¡Señor y señora Scratch!—habla un periodista—¡Una foto por favor!

Nick me mira y le asiento, posamos rápido ante las cámaras y nos adentramos a la recepción. La decoración está tal cual la pedí y imagine, la pista de baile es enorme, las mesas están con sus respectivos centros de mesas y varias rosas cuelgan del techo con el candelabro de cristal.

— ¡Buena fortuna a los recién casados! — la voz de la persona me hace girar demasiado rápido.

— Abuela...

— Ven a darle un abrazo a tu abuela favorita.

Me suelto de Nicholas para darle un abrazo gigante a mi abuela por parte de mamá, la estrecho contra mi pecho sollozando mientras me susurra que todo está bien. Antonio y Elenor fueron y son los abuelos que tanto amo.

Me separo de ella y como toda una Clark no se le ve el paso de los años en su rostro, me limpia las lagrimas y la detalló bien, viene con un vestido color negro y zapatos bajos, el peinado lo tiene hecho en un moño y este sin duda es el tercer regalo de bodas que más me ha gustado.

— Te ves preciosa Alexa — me da una vuelta — Toda una diosa, eso lo sabes.

— Gracias mamá — le digo, siempre le he dicho mamá en lugar de abuela — Es el mejor regalo de bodas que pude recibir.

Me sonríe y Elenor dirige su vista a Nicholas que está serio detallándonos.

— Elenor Clark — le estrecha la mano y Nicholas le corresponde.

— Nicholas Scratch.

— Lo sé querido — dice — La ponsoñosa de Darla se encargó de que hablar de ti.

— Nada que me pase por el culo.

Mi abuela sonríe satisfecha.

— Me agradas. — le dice y la tomo de la mano para que se siente en su mesa.