Cap 22: Hada madrina.

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Ayumi estaba en apuros. Preocupada se paseó por todo su cuarto revolviendo ropa por todas partes.

Ayumi: ¡no me lo puedo creer! ¡son las 9 y aún no tengo ni idea de qué ponerme!.

Mira: ¡¿miuuu?!.

Ayumi: no miura... no quiero repetir vestido.

Se sentó en la cama abrumada y miura se le subió al regazo para reconfortarla.

Ayumi: [respirar hondo] vale. Me tranquilizaré y así tal vez piense mejor...

Al momento llamaron a la puerta y Ayumi fue a abrirla sorprendida.

Ayumi: no puede ser libra ¿verdad?. Aún queda una hora para la ci...[abrir la puerta] pues sí que es libra.

Extrañada vio a libra vistiendo un esmoquin elegante gris clarito, un pelo perfectamente engominado y oliendo a perfume de rosas. En cuanto la miró, él levantó una mano alegremente y con una radiante y tierna sonrisa, como la de un niño después de una travesura, saludó.

Libra: ¡hola, ¿qué hay?!.

Ayumi: [nerviosa] por favor... dime que no son las 10 y que el reloj no lo tengo atrasado marcando las 9.

Libra: pues no te lo diré, por que es correcto. Aún siguen siendo las 9. Puedes estar tranquila. Jeje.

Ayumi: [suspirar aliviada] bueno... y... entonces...

Libra: ¿qué que hago aquí? ¡oh querida! Se perfectamente cuando una dama tiene problemas. Problemas de vestuario. [Sonrisa orgullosa].

Ayumi: ¿s-sí?...

Libra: si no encuentras que ponerte para estar satisfecha para verte bonita. [Hacer una reverencia] yo soy tu hombre. My lady.

Ayumi: ¿entonces estas aquí para ayudarme a prepararme para la cita?.

Libra: ahí le has dado. [Guiñarle un ojo] seré tú estilista personal hoy. Te vestiré, maquillaré y peinaré, ¡vas a estar divina!. ¡Tú dejármelo a mí y confía!.

Ayumi: de acuerdo entonces. Tú eres el experto. Lo dejo en tús manos.

Libra: ¡genial! ¡a trabajar!.

5 minutos antes de que dieran las 10 Ayumi ya estaba completamente lista. Libra la miró de arriba a abajo y luego asintió positivamente.

Libra: [emocionado] ¡mírate en el espejo Ayumi! ¡ni te vas a reconocer!.

Ella se giró al espejo y quedó en shock. Nunca se había visto tan preciosa. El vestido era gris clarito de un tirante de cuerda, con lunares morado clarito, un cinturón con los mismos colores y una rosa de adorno. En el pelo libra se lo alisó y le hizo unos tirabuzones por las puntas y en el maquillaje usó suaves tonos plateados. De toque final. Olía a perfume de jazmín.

 Olía a perfume de jazmín

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