Cap 9: como en los viejos tiempos olvidados.

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Tras la historia Ayumi se levantó de golpe.

Ayumi: [señalarlo con un dedo acusador] ¡¿te conocí cuando tenía 7 años y me borraste la memoria?!

Hoshi: te volví a encontrar ¿no? ¿no era eso lo que querías? Que nos volviéramos a ver. ¿Qué más te da que haya tardado 11 años?.

Ayumi: Si según tu historia es eso lo que dije. No entiendo por qué me tuviste que borrar la memoria si luego me ibas a traer aquí y me lo ibas a contar todo.

Hoshi: por el simple hecho de protegerte. Saber demasiado podría traerte problemas. Bastante tuviste con que tu madre se incomodara al decirle que un "perro" era un lobo y hablaba. Lo tomó como un juego, pero si seguías corroborando a la gente ese hecho, te hubieran tachado de loca y más si luego dices que ese lobo parlante te esperó como un niño en la puerta y te guió al colegio.

Ayumi: [parpadear confusa] la parte de mi herida en la rodilla... sí la recuerdo... sí, recuerdo cuando me la curaste...

Hoshi: obvio, ahí no te volví a borrar la memoria. Te ayudé y me fui corriendo.

Ayumi: aún así me dio tiempo a verte lo suficiente... ¡nuestro profesor lobo es muy liindoo!. [Pincharle con un dedo para molestarlo].

Hoshi: oh... para ya...

Ayumi: también recuerdo que traté de tocarte pero fue, justo, cuando te fuiste. [Suspirar frustrada] me hubiera gustado acariciarte.

Hoshi: [alarmarse sonrojado] ¡¿q-qué demonios dices?!.

Ayumi: [hacer un puchero] es que... parecías muy suave. Al igual que miura.

Miura: ¡miiuu! [Agitar la cola contento]

Hoshi: soy un lobo, no una mascota.

Ayumi: por favor... ¿puedes convertirte de nuevo en lobo?...

Hoshi: ¿para qué?.

Ayumi: [feliz] ¡para acariciarte!.

Hoshi: ¡para eso ya tienes a miura!.

Ayumi: [inflar los mofletes, molesta] ¿me debías un favor por cuidarte, no?. Pues quiero que me lo pagues dejándome que te acaricie.

Hoshi: [avergonzado] ¡esta bien! Pero eso es indignante para mí, así que en cuanto te canses de acariciarme ya no te debo nada.

Ayumi: [asentir contenta] Esta bien.

Hoshi cerró los ojos, se concentró y enseguida apareció un pequeño lobito sentado en el escalón.

Ayumi: [emocionada] ¡Sí. Sí! ¡eres tal y cómo lo recuerdo!. ¡Dios mío eres demasiado lindoo!.

Hoshi: [agachar las orejas súper avergonzado] por favor... acabemos rápido con esta tortura...

Ayumi lo levantó y se quedaron mirándose.

Ayumi: [sonreír] bueno, otra cosa en la que ya sé que no me has mentido en tu historia. Es verdad que no pesas nada. Eres muy ligero. Jejeje.

Hoshi: [gruñir] yo no mentí en nada.

Ayumi: sí, sí... te creo.

Se sentó de nuevo en el escalón y colocó a Hoshi en su regazo para acariciarlo mejor.

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