Capitulo sesenta y siete

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"Me alegra ver que no estiraste la pata todavía, Yuna" dije a modo de saludo una vez que entré al lugar donde se encontraba la chica conejo.

Ella estaba hecha bolita dentro de una cajita que parecía de cristal conectada a algunos tubos, sus orejitas peludas se pegaban a su cuerpo por completo. Donghyuck pasó al interior muy pegado a mi, olfateando en el aire de un lado a otro y rompiendo en llanto apenas vio a la chica conejo.

"¡Me asuste mucho, Yuna!" grito.

"No se acerquen tanto" pidió Seungmin, alzando las manos para detener a Donghyuck cuando lo vio brincar y correr intentando abrazar la caja donde se encontraba Yuna.

Mark llegó sujetando la correa del pulgoso y dando rápidas reverencias como disculpa.

"¿Cómo está?" preguntó Changbin, agachándose un poco a la altura de la cajita pero sin acercarse.

"Hyunjin dice que está en una especie de etapa de duelo" Seungmin leia una de sus notas en la pequeña libreta que llevaba en sus manos. "Al parecer perdió a su dueña, ¿es eso correcto?"

"¡Ella puede oírlo!" vociferó Donghyuck, llevándose un dedo a los labios.

Seungmin se encogió un poco y revisó a la conejita pero ella no se habia movido en lo absoluto.

"No entiendo muy bien el diagnóstico, pero en lo que concierne a salud, está estable por el momento aunque no quiere comer nada. Supongo que está... ¿Deprimida?" continuo.

"¿Sólo eso?" pregunté. "Animate, Yuna " eso cuenta como mi cooperación.

"Bueno, también está el asunto de sus huesos" dijo Seungmin con un suspiro. "Hyunjin mencionó algo sobre que se 'transformó muy rápido' y creo que algunos de sus huesos se fracturaron un poco pero no llegaron a romperse"

"Tiene sentido" intervino Mark. "Tardó sólo segundos en volver a la forma de un animal muy pequeño, los huesos debieron sufrir mientras se encogian tan rápidamente"

Changbin le dio la razón con un movimiento de cabeza y observó a Yuna en su pequeña caja de cristal.

"¿Chan ha venido?"

Seungmin se sonrojó por apenas un momento antes de aclararse la garganta y asentir fingiendo que escribía algo más en las hojas de su libreta.

"Estuvo aqui, parecía muy angustiado" respondió.

Nos quedamos un momento alrededor de Yuna, hablándole, haciéndola sentir querida o al menos eso dijo Changbin. Al parecer el cariño era importante para que se recuperara pronto. Cuando salimos de alli yo ya tenía claro una cosa.

"No volverá a transformarse" dije con tranquilidad. "Creo que lo que sentí que habia muerto ayer, fue más bien su parte 'humana'. Quizás esa cosa pesada que senti que se perdió, fue su lado humano"

Changbin se mordio el labio inferior con fuerza y buscó a tientas mi mano hasta que pudo entrelazarla con la suya.

Mi humano es tan hermoso... Y me queda tan poco tiempo con él.

En menos de dos días Changbin estaría conociendo a alguien nuevo que yo esperaba fuera el humano indicado para él. Mientras tanto yo volveria a ser el mismo gato negro de ojos color miel sin un pedazo en la oreja. Mi idea era irme lejos de Changbin, seguir con mi vida como gato vagabundo porque sin importar lo que dijera, sabia que iba a sufrir al ver a mi humano con otra persona. Era mejor irme.

Mis pasos se detuvieron cuando sentí una sensación desagradable en mi estómago.

Algo andaba mal... De nuevo.

"¿Qué pasa?" los ojos de Changbin lucian inquietos.

Negué.

"No es nada" y seguí avanzando.

"No me siento bien" se quejó Donghyuck, abrazando a su dueño. "Vamos a casita, amo"

Mark lo sostuvo con cuidado y asintió.

"Lo siento Bin, no podré esperar a Hyunjin"

"Está bien, quizás otro día cuando todos podamos reunirnos de nuevo" mi humano sonrió cálidamente.

Mientras los humanos se despedian, me acerque a Donghyuck, tomándolo para alejarlo un poco de ellos.

"No te encapriches demasiado a tu forma humana" le dije.

"No podré quedarme con él para siempre, ¿verdad?" preguntó. "¿Nos pasará lo mismo que a Yuna?"

"No lo sé, pero si puedes mantenerte en tu forma animal, entonces hazlo, intenta dejar de convertirte en humano lo más que puedas, así será más sencillo"

"No quiero dejarlo" murmuró, sus ojos llenándose en lágrimas.

"No lo harás, estarás con él... Pero no de la forma en que ambos quisieran" me mordi el interior de la mejilla. "No siempre se puede tener lo que deseamos"

"Que injusto" Donghyuck sonrio con gesto doloroso. "Lo quiero mucho"

Sonrei igualmente. Claro que era injusto, desde nuestro punto de vista probablemente fuera lo mejor. Nosotros no podríamos vivir una vida humana normal teniendo esas orejas, cola y comportamiento animal y nuestros humanos no podían aferrarse a nosotros de esa manera, debían seguir con sus vidas y ser felices. Quizás la maldición de la mascota perfecta tuviera un propósito de enseñanza tanto para humanos, como para nosotros. Aún no descubría cuál era pero esperaba que valiera la репа.

Donghyuck se marchó junto a su humano emanando esa aura pesada que ya se me estaba haciendo costumbre sentir. Ahora sólo me hacía falta hablarlo con el chico hamster, él y Donghyuck apenas empezaban a entrar en esa extraña etapa en la que podrian acostumbrarse a ser humanos, por eso era mejor advertirles desde ahora. Debían saber que no podían ser humanos toda la vida, que no tenian un futuro feliz junto a sus dueños.

"Vamos a casa, Honnie" dijo Changbin con cansancio.

Ellos debían ser advertidos, para que no fueran tontos y no desarrollaran sentimientos por sus humanos como yo lo había hecho.

"¿Podemos hacerlo hoy?" pregunte mientras avanzabamos.

Que sea nuestra despedida.

"De acuerdo..." respondió Changbin luego de un largo momento en silencio, supuse que también lo sospechaba.

No te aferres, no te aferres... Él no es tuyo.

Black cat || minbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora