Capitulo siete

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"¡FUEGO!"

Aquel grito chillón me hizo saltar entre las sábanas, Changbin brincó fuera de la cama que compartíamos dando vueltas como loco intentando adivinar de donde había venido aquello. Me estiré restregando mi rostro con la pata derecha pero detuve mis movimientos cuando alguien comenzó a golpear la puerta de nuestro departamento con fuerza.

Changbin tenía el cabello castaño desparramado, la cara aún hinchada y la pijama desarreglada cuando camino para atender. Lo seguí de mala gana.

¿A quién se le ocurre venir a tocar a las nueve y media de la mañana?

Los golpes se hicieron cada vez más potentes hasta que finalmente Changbin abrió.

"¡RÁPIDO!" Chilló el idiota llamado Jeongin. "¡Mi departamento se incendia!"

Ciérrale la puerta en la cara.

Jeongin tomó a Changbin quien aún parecía un muerto viviente y lo arrastró hasta su departamento. Me quedé en el mismo lugar observando la puerta por donde habían desaparecido.

"¡AYUDAAAAA!" Escuché el grito de Changbin.

¿Ahora que hizo este estúpido humano?

Caminé hasta la puerta del departamento de al lado pero estaba cerrada. Escuchaba a Changbin y a Jeongin toser sin parar.

¿Debería empezar a buscar otro humano tonto que pueda alimentarme?

Caminé de regreso a nuestro hogar, brinqué a la ventana abierta y caminé hasta llegar a la siguiente de dónde salía un horrible humo tan negro como mi pelaje.

Me escabullí al interior de aquel departamento, por suerte era tan bajito que el humo flotaba por encima de mí sin afectarme. Changbin y Jeongin estaban cerca de la puerta muriendo asfixiados, ojalá hubiera podido sonreír.

Ondeé la cola y caminé, el humo venía desde la cocina, más especificamente desde una sartén en la cocina. Tomé impulso, corrí y brinqué hasta la manija de la puerta abriéndola de golpe, salí al otro lado del corredor y observé como Changbin y Jeongin intentaban llegar a rastras.

"¿Honnie?" La voz del humano Seungmin llamó mi atención. "¿Qué haces, pequeño? ¡Oh, Dios!" Divisó al par de humanos idiotas retorciéndose en el suelo.

Seungmin logró sacarlos tirando de ellos hacía afuera, mientras el humo seguía y seguía saliendo.

"Ho-honnie, nos has salvado, estamos agradecidos!" Chillaba el escandaloso de Jeongin con lágrimas en los ojos y la nariz llena de hollín.

Changbin me tomó en brazos y me apretó con fuerza.

"¡Gracias, Honnie!" lloriqueó.

¡JA! Ni tu estúpido Chenle hubiera hecho algo tan genial, ámame.

Black cat || minbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora