manzanas 28

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Narrador

—¿En qué piensas?.

La repentina pregunta hizo que volteara algo sorprendido.

—No aparezcas de la nada, vecino —exclamo, a la vez que su piel palidecia un poco, pero su rostro se mantenia estoico.

Una pequeña risita se escucho ante lo dicho, a la vez que la persona que le había dado el susto en primer lugar, se acercaba con lentitud, sentandose a su lado.

—¿Y?, ¿En qué piensas? —pregunto en un tono más bajo, tranquilo y calido.

La luz del sol pegó en sus cabellos azulados, y su mirada ya algo más tranquila se giró a mirar sus grandes y azules ojos.

—en nada... Creo que solo estaba mirando... La nada.

El más alto, tomo la mano de Wally, llevándola a sus labios, depositando un pequeño beso en el dorso de su mano.

—suena divertido...

El mayor sonrió ante el comentario.

—bueno... No sé si es divertido... Creo que no lo sabes, solo estás mirando algo, pero nada a la vez, y tu mente está en blanco... No sé si es divertido, por que no siento nada cuando veo a la nada —murmuro, mirando sus manos entrelazadas.

Sus ojos azules lo miraron atentamente mientras decía esas palabras,  sonriendo al finalizar.

—aun sigue sonando divertido .—rie suavemente.

La risa monótona de Wally acompaño la risa del de cabellos blancos. Pero luego de unos segundos, el silencio reinó entre los dos.

—¿Tu... ¿Tu estás conforme con la forma en la que estamos viviendo? —pregunto con lentitud.

El albino volteo confundido ante la pregunta.

—pense que ya habíamos hablado de esto...

—no... no es eso... Yo en verdad quiero saber.

Wally adoptó una posición segura, mirandolo con tranquilidad. TN suspiro, mirando hacia el frente.

—yo... Estoy bien .—su mirada se volvió algo más seria, cosa que no pasaba usualmente—. La verdad es que... Yo nunca pensé que estuviera en un lugar donde me sintiera mal, o quisiera irme... A si que... Creo que la verdad no tengo problemas de la forma en la que vivimos .—sonrie con tranquilidad.

Sus ojos negros brillaron levemente, y una sonrisa alegre surco sus labios.

—solo quería saber cómo te sentías... Y me alegra saber que estás cómodo —hablo en tono calido, limpiando con un pañuelo el líquido rojo que estaba impregnado en el brazo del álbino.

—en ese caso... Gracias por preguntar .—sonrie lentamente—, por cierto... Lo que me pediste esta detrás de nosotros.

Wally asiente con calma.

—¿Entero?.

—eso espero... No me fijé que tan completo quedó...

Los dos voltearon, viendo una mano, la cual se asomaba de un arbusto algo grueso.

—gracias, querido... te amo.

—yo también...

Todo Está Bien (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora