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—Cuídate, ¿sí? Vendré a recogerte—Sae besó la frente de su cachorro frente a la puerta de la primaria donde la maestra los esperaba.

—¿Y entonces iremos por helado?—Preguntó ilusionado.

—Sólo si te portas bien—Picó un poco su nariz. El niño soltó una risita y besó la mejilla de su mamá dando por finalizada su despedida.

El niño esperó que el auto de su mamá desapareciera y entonces entró corriendo a clases junto de su maestra.

—¡Hachi!—Llamó una vez—¡Hachi!

Takeshi corrió a su mejor amigo abrazándolo por detrás. Un pequeño niño de la misma edad que el morenito, cabellos castaños y sus ojitos azules como el océano, además de que su nombre significaba a
abeja, traduciéndose.

Los dos menores se habían conocido luego de los eventos de Blue Lock hace nueve años, Sae había quedado en cinta casi al instánte al igual que Meguru Bachira de su pequeña abejita. Fue Isagi quien insistió en no perder contacto con sus compañeros de Blue Lock, entre ellos Rin, a pesar de que jugaban para distintos clubs.

—¡Hachi!

—Ya te oí Takecchan, relájate—Sonrió devolviéndole el abrazo tratando de juntarlo con sus manitas.

—No vas a creerlo—Tomó asiento junto a su mejor amigo—Descubrí algo, el nombre de mi papi.

—¿Tu papá? ¿Qué no estaba perdido?—Ladeó la cabeza observándolo con curiosidad.

—¡Ya no, voy a buscarlo!

La maestra entró al salón y de inmediato todos guardaron silencio sacando sus útiles. Esa misma tarde, regresando de la escuela, Takeshi se animó a sí mismo a tener valor y entrar a la oficina de su madre.

Aprovechó que esté se duchaba para entrar a escondidas y tratando de no mover nada. Se acercó a los cajones, hurtó hasta el fondo en busca de alguna pista o alguna cosa que llevara el nombre de Shidou Ryusei.

Su mamá era muy orgulloso, lo sabía, probablemente ni siquiera guardaba nada relacionado a su padre, pero debía intentar tener un golpe de suerte... o fabricarlo.

Cuando estaba apunto de rendirse notó algo que captó sus curiosos ojitos de inmediato. El cajón tenía doble fondo.

Usando alguna técnica que alguna vez vió en ese dudoso programa de espías empujo desde abajo logrando alzar y quitar la tapa del cajón. Había un par de cuadernos, revistas, cosas que no le importaban mucho.

—¿Y esto?—Tomó entre sus manos una bolsita llena de sobres, eran cartas, pero muchas cartas. Sacó una curioseando y en cuanto vió el nombre de su padre en el sobre como destinatario, supo que tenía su pista ahí, una carta sin enviar.

—¿Takeshi? ¿Dónde estás, cariño?

¡Diablos! La voz de Sae. Cerró como pudo el cajón cuidando que no faltara ningún detalle y guardó la carta en su pantalón corriendo afuera.

—¡Aquí mami!

Sae se giró a verlo y lo tomó en brazos, repartió besos y caricias logrando con éxito escuchar las risas de su bebé.

—Ya que terminé de ducharme, ¿quieres ver esa película que tanto querías?—Sonrió. Su hijito le regresó los besitos en sus mejillas con ternura.

—Uhm...en realidad, la escuela me cansó mucho, ¿puedo ir a dormir?—Fingió lo mejor que pudo.

—Pero son las seis.

—Por eso.

Sae se extrañó, pero no se negó.

Takeshi una vez fue liberado corrió a su cuarto y se encerró. Sacó la carta, esta iba dirigida a Shidou Ryusei... y tenía una dirección.

Investigó un poco más, la carta era larga, pero usaba palabras complicadas y largas que él aún no lograba entender, pero sabía que era le letra de su mamá. ¿Eso significa que Sae le escribe cartas a su papá? ¿Se las habrá mandado? ¿Por qué tiene tantas cartas sin enviar?

Se subió en su silla prendiendo la computadora que su tío Rin le había regalado  para sus tareas, buscó la dirección que había en la carta, ¿era una empresa? Que curioso, pero ya se daba una idea.

Su plan estaba saliendo a la perfección.






















¡buenasss!
Gracias por el buen recibimiento que está teniendo el fic, me alegra que les guste ^^

Cuídense y nos vemos🩷

T a k e s h i   《Ryusae Omegaverse》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora