" Cuenta la leyenda que cada cierto tiempo la diosa Luna baja a la tierra para engendrar a un niño o niña cumpliendo asi su deseo de ser madre y que esa criatura tendrá el poder de la Luna en su sangre, y el alfa que marque al Omega y resista el imp...
Jin estaba sentado en la orilla de la cama de Namjoon, el alfa estaba triste aunque trataba de ocultarlo, por más que quería mostrarse tranquilo su olor lo delataba.
—Nam, tú sabías que tarde o temprano eso iba a pasar, además Tae ama a Hobi y él también lo ama, lo va a cuidar, todo va a estar bien.
—Lo se Jinnie, pero es mi hermanito, desde que se presentó cómo omega yo sabía que algún día tendría una marca de un alfa, y me alegra que sea J-Hope, pero aún así es muy pronto, ¿y si lo deja preñado? aún es muy joven ¿y si ahora quiere vivir con él?
—No creo, ambos son concientes de que aún son muy jóvenes, y la marca no significa matrimonio instantáneo, deja de pensar en cosas que aún no pasan.
—Tienes razón, lo siento es que no puedo evitarlo, gracias por apoyarme.
—Lo hago con gusto, no me gusta verte ni sentirte triste.
Namjoon levantó la mirada hacia el omega.
—¿De verdad no te gusta verme así?
—Por supuesto, me gusta verte cuando sonríes y se marcan tus hoyuelos te ves mucho más guapo —respondio mientras se ponía rojo y bajaba la mirada con timidez.
Namjoon sonrió y tomando valor se acercó más a él y con delicadeza le levantó el rostro quedando ambos viéndose fijamente.
—No me puedo ver más guapo que tú, nadie se compara con lo lindo y bello que eres, desde que te ví la primera vez supe que eras el omega más lindo que podía conocer.
—Basta Nam, haces que me avergüence.
—Solo digo la verdad Jinnie, y mi lobo piensa lo mismo.
Las palabras del alfa no solo alegraban su corazón, sino también a su lobo que estaba saltando de alegría.
—Jin, creo que tú sabes que nuestros lobos se quieren, ¿cierto?
El omega sólo pudo asentir con la cabeza.
—Y tú me gustas mucho, y me gustaría que me dieras la oportunidad de estar juntos, se que por nuestros lobos así debe de ser, pero no solo quiero que estés conmigo por el destino, sino por qué tú también lo desees.
—Nam, yo también lo quiero, quiero estar contigo y mi lobo ni se diga.
Esas palabras bastaron para que Namjoon cerrará la distancia que los separaba y juntará sus labios con los suaves belfos del omega, que al sentir el suave toque cerró los ojos y se abrazó al cuello del alfa.
Su primer beso fue todo lo que ambos habían esperado, llenó de ternura y calidez, sin ninguna otra intención que la de demostrarse cuanto se querían. Las manos del alfa se cerraron entornó a la cintura del omega, profundizando el beso.
Ninguno de los dos tenía intenciones de que pasara algo más, pero sus lobos tenían otros planes, cuando se separaron por falta de aire los ojos de ambos destilaban pasión, sus lobos estaban tomando el control.
De un momento a otro Namjoon cargo a Jin colocándolo a horcajadas sobre el, mientras su boca comenzaba a viajar de sus labios hacia su mandíbula y después a su cuello, dejando húmedos besos sobre ese lugar donde su aroma nacía, sus fosas nasales quedaron inundadas de tan dulce aroma, haciendo que su lobo terminará por salir.
Jin gemía por lo bajo ante las caricias del alfa, sus manos estaban aferradas a la fuerte espalda, y cuando sintió una leve mordida en su cuello, jadeo con deseo dejándose llevar por lo que su cuerpo y su lobo estaban pidiendo.
—A… Alfa... Tómame por favor.
Un gruñido salió de la garganta del alfa, se levantó junto con él en brazos, se giró y lo recostó suavemente sobre la cama, mientras sus manos comenzaron a tocar su cintura, su vientre por debajo de la playera, y cuando llegaron hasta su pecho y sus dedos rozaron sus pezones, su espalda se arqueó en placer.
Namjoon sonrió complacido por la forma en que él omega lo aceptaba, sus labios volvieron a su boca, después se separaron para ayudar al omega a deshacerse de la ropa, ver su cuerpo desnudo para el alfa era como estar contemplando la más bella obra de arte, beso cada parte de esa suave y blanca piel.
Jin, gemía ante las caricias, su cuerpo ya estaba listo para recibir al alfa, pero este se estaba tomando su tiempo para disfrutar de su cuerpo. Cuando por fin contempló Namjoon desnudo no pudo más que maravillarse del perfecto cuerpo que tenía, sus fuertes brazos, su abdomen marcado y su miembro listo para enterrarse en su interior.
—Omega te deseo tanto.
—Yo también alfa.
Namjoon se acomodó entre sus piernas y las levantó sosteniendolas con sus brazos, su entrada estaba bañada de lubricante, suavemente se colocó y empujando su cadera se fue enterrando en él.
Jin gemía ante todo lo que estaba sintiendo, y cuando por fin Namjoon estuvo por completo en su interior, comenzó un vaivén suave y lento, haciéndolo delirar de placer. Namjoon jadeaba con cada embestida, el estrecho orificio apretaba su miembro tan bien que lo tenía al borde de la locura.
—Ahh... Alfa... Así... Ahhh...
—Aghh... Omega... estás tan estrecho...
Ambos estaban sumidos en su placer, sus lobos no dejaban de gruñir y aullar de éxtasis, sabían que aún no había unión pero aún así sabían que ya no se separarían jamás.
Minutos después ambos se dejaron envolver por el placer, una corriente eléctrica recorrió sus cuerpos explotando ambos, el alfa lleno el interior del omega con su escencia, mientras que Jin se derramaba entre ambos abdómenes.
Namjoon salió de su interior para después levantarse y caminar al baño, se escuchó el sonido de la ducha ser abierta, para después volver a la habitación y tomarlo en brazos para llevarlo al baño.
—Nam, esto no es necesario —dijo Jin cuando Namjoon lo dejó en la tina con agua — yo puedo limpiarme solo.
—Lo sé pero yo quiero hacerlo, eres mi omega y quiero cuidar de ti.
El corazón de Jin brincaba de alegría, su alfa era todo lo que él siempre deseo para su destinado. Ambos lobos estaban felices, sabiendo que habían encontrado todo lo que siempre habían querido.
Después del baño, los dos se acostaron en la cama, mientras se abrazaban y besaban, diciéndose con caricias todo lo que sentían, el uno por el otro.
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