Capítulo 6

462 67 4
                                    

Jennie Ruby Jane Kim-Manobal

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Jennie Ruby Jane Kim-Manobal

Estuve vigilando a Lisa desde que terminamos. Me rehuso a aceptar que ella había acabado conmigo.

Se supone que íbamos a durar toda nuestra vida juntas. Nos casamos, pero no tuvimos los hijos de los que tanto hablamos ni tampoco envejecimos juntas.

Esto es injusto. Ella me dejó por esa idiota.

Si no está conmigo, no estará con nadie más. Lisa es mía.

La seguí en mi coche hasta que se detuvo en donde supuse que lo haría.

La casa de esa perra, Wonyoung.

Ella salió con emoción a recibir a Lisa y mi sangre hirvió. Esa estupida niña, siempre miró a Lisa con esos ojos mientras mi chica solo le daba las clases. Estas perras siempre se aprovechaban de su inocencia, la inocencia de MI Lili.

Aparqué algo lejos y me escabullí entre la oscuridad de la noche hasta la ventana de enfrente, viéndolas en el sofá sentadas. Vigile y observe cada movimiento entre ambas, pero mi mente se calentó al ver como Wonyoung coqueteaba con Lili mientras ella ni cuenta se daba.

Esta niña aprenderá a no coquetear con ella nunca más.

Di la vuelta de forma sigilosa para encontrarme con la puerta trasera de la casa. Sus padres eran lo suficientemente estúpidos y confiados para dejar esa puerta abierta, para que personas con hermosas intenciones como yo puedan entrar.

Caminé con cuidado hasta la cocina mientras ambas estaban distraídas en la lección. Saqué de mi bolsillo aquel sedante líquido, soltando algunas gotas en dos vasos de agua que habían allí, seguramente para ellas.

Y tenía la razón. Al sentir los pasos acercándose a mi posición me escondí tras una pared, asomándome para ver a Wonyoung tomar ambos vasos y con una sonrisa llevárselos de vuelta a el salón, dándole uno a Lisa.

Sonreí grandemente al ver a mi chica tomar un pequeño sorbo de esta. Aún así necesitaba que tomase más para que pueda hacer que se duerma.

Con ansiedad mire la escena de ambas hablando hasta que su puto comportamiento comenzó.

Se acercó a Lisa y la besó. Mi mente se nubló en ese momento y mi odio hacia ella incrementó de una forma exagerada. Mientras dejé de pensar con claridad al ver como la chica se aprovechó del estado de mi Lili y se arrodilló, llevando el miembro a su boca.

Tuve suficiente, miré por la cocina para ver qué podría hacer bajo mi inmenso enojó y noté un estante de hiero y cristal el cual tenía dentro un extintor y un hacha de bomberos para emergencias que perfectamente puede cortar una puerta de madera a la mitad.

Si puede cortar eso, imagínate que más puede cortar.

Su maldita cabeza.

Revise una vez más en la dirección de ambas, viendo como Lisa empujó a la chica en medio de su mareo, tiempo después tomando algo más de agua una cantidad que fácilmente ahora haría el efecto que quería.

Misterious Mind || Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora