Capítulo 15

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Lalisa Manobal-Kim

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Lalisa Manobal-Kim

El viaje vuelta a casa había sido silencioso. Entre Jennie y yo había un silencio incómodo que me hizo sentirme cohibida en mi asiento. Mi pierna se sacudía con nerviosismo y de vez en cuando nos mirábamos con miradas tímidas que rápidamente eran evitadas ante el mínimo contacto visual.

Ambas actuábamos con si la otra no estuviera presente, era lo más manejable de hacer bajo la incómoda situación.

Una vez el tren llegó de vuelta a Busan, tomé mi mochila y ayudé a Jennie con su maleta. Ya era de noche y era mejor que caminásemos rápidamente a casa.

Nuevamente la caminata fue silenciosa. Nuestros pasos húmedos ante la lluvia sonaban con cada charco en la acera. Pérdida entre mis pensamientos noté que Jennie se restregaba los hombros en un gesto de que claramente tenía frío. Tomé la decisión de quitarme mi sudadera, acercándome a dejarla sobre sus hombros para luego recibir una pequeña sonrisa dulce de su parte como de agradecimiento.

No te lo voy a negar, me estaba muriendo de frío y dudé en dársela también pero no se porque su cuerpo se me hace tan débil y prefiero que ella esté abrigada a que termine enferma.

Aunque también me gustaría cuidar de ella si se enferma...

¿Le dejó la sudadera o se la quito?

Espera... ¿En que carajos estas pensando Manobal?

Suspiré y me crucé de brazos tratando de escapar de el frío mientras caminábamos de lado a la otra.

—Se que hace frío... agradezco el gesto pero puedes tomar tu sudadera también, te puedes enferma Lil-... Lisa. —Se corrigió automáticamente con nerviosismo, abriendo algo los ojos ante casi llamarme por su típico apodo.

Solté un respiro pesado ante eso pero decidí ignorarlo y negué con la cabeza luego ante su petición.

—No te preocupes, quédate abrigada. No quiero que tú te enfermes. —Volvimos al silencio. Las ruedas de la maleta resonaban en el silencio creando el momento aún más incómodo. Te juro que podría escuchar a una hormiga caminar en medio de todo este silencio.

—Bueno... luego cuando te oiga tosiendo te diré "te lo dije" —Ella me miró y segundos después comenzó a reírse. —Soné como una abuela diciendo eso. —Ahora ambas reímos ante el comentario, quitando algo de la tensión que habíamos mantenido desde hace 4 horas que salimos del psiquiátrico.

Mire al suelo en medio de mi pequeña risa, negando suavemente con la cabeza. Nuestra risa se calmó hasta volver al silencio de antes solo que esta vez no era tan pesado.

Misterious Mind || Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora