Odio a primera vista; Alex & Henry: [#1]

capítulo seis : Alex

Sin duda, la hazaña de beber tragos de whisky sin que hubiera un mañana fue fácil de cometer para mí. Después de todo nadie más puso las copas en mis manos. Y justo ahora estoy siendo atacado por mi propia mano, gracioso. No voy a negar que el horrible dolor de cabeza lo pude haber evitado de alguna manera, digo, no soy un experto con respecto a estrategias para no amanecer sintiendo que la cabeza me va a explotar con cualquier sonido. Pero incluso creo que eso sería mejor qué soportar el regaño de Leah más tarde. Todo eso de afrontar las consecuencias de mis actos y un montón de blas.

Al abrir los ojos los destellos de luz casi hacen que mis deseos se vuelvan realidad, el querer que mi cabeza estalle. Por las noches procuro dejar las cortinas corridas a los lados para dejar entrar la luz solar, hasta ebrio soy eficiente.

Siempre he pensando que sentir los rayos del sol sobre mi cuerpo es una excelente manera de empezar el día, es como si de cierta forma te dieran las felicitaciones de haber comenzado un nuevo día, pero en estos momentos desearía que no fuera entre semana, culpo de todo a los de tercer grado y sus buenas maneras de recibir a los de nuevo ingreso.

¿Quién carajo organiza una fiesta de bienvenida en martes? Deben tener la bendición de Jesucristo para amanecer como si no hubieran bebido ni una miserable gota de alcohol. Lo que me hace pensar; tengo tanto que aprender de los universitarios. Por lo menos supe llegar al dormitorio en una sola pieza.

━━¡Alex, abre la maldita puerta!

La voz que resonó por toda la habitación no se escucho para nada agradable, y para ser sincero, aunque los constantes golpes en la puerta me provocan dolor de cabeza, no le puse empeño a la hora de pararme de la cómoda cama. Me removí tratando de quitar las mantas de encima. El olor a alcohol lleno mis fosas nasales enseguida, es asqueroso, mi estomago se apretó de una manera incómoda.

Al llegar hasta la puerta tomé el picaporte sin muchos animos y le di la bienvenida a la cara inexpresiva de Leah, pude verla a través de las pestañas. Ella se mantuvo de brazos cruzados y se autoinvito a pasar mirándome de reojo. Juzgando mi apariencia seguramente. No puedo entender como ella se ve fresca e inmaculada después de todos los tragos que tomó anoche, y yo me sienta como me siento: cómo un trapeador sucio después de una larga jornada de trabajo.

━━¿Te acabas de despertar?━━preguntó seriamente curiosa, sin poder creerlo.

━━¿Qué haces aquí?, ¿Cómo lograste que te dejaran pasar?

━━Vine a cerciorarme de que aún estuvieras vivo.━━respondió con voz mofa, rodé los ojos sin una pizca de gracia.━━Y respecto a tu otra pregunta, para los chicos de los dormitorios soy tu queridísima novia.━━terminó reflejando orgullo puro en su voz por su azaña.

La mueca de desagrado llego en cuanto sus palabras abandonaron sus labios rosados, pero no lo puedo adjudicar todo el crédito a sus palabras, sino por el burbujeante malestar que nació desde la boca de mi estomago y un raro sabor se extendió por mi boca sintiendo que algo va subiendo. Creo que algo va a suceder, pero antes de qué suceda prefiero que sea en un lugar más privado. Así qué, a una velocidad que no creí tener, me adentre al baño en dirección al pobre inodoro, me agache a modo de quedar a su nivel metiendo casi por completo la cabeza al retrete, y vaciando enseguida toda la comida mezclada con alcohol de mi estómago que ingerí la noche anterior. Pude escuchar la fuente arcada en forma de burla de Leah seguida de una carcajada.

Leah me espero en la habitación mientras completaba mi rutina matutina: ducharme, arreglarme y acomodar mis cosas. Ella se mofó de mí en todo momento, sin perder el tiempo. Contándome lo ridículo que me pongo en cuánto tengo alcohol circulando por mis venas y probablemente ahora tengan una visión incorrecta de mí, o probablemente me vuelvan a invitar a una fiesta de bienvenida.