Full Disclosure

Capítulo Diecisiete.- Una última canción para la cuna vacía

"El niño que no fue abrazado por su pueblo, quemará la aldea para sentir su calor"

Era un refrán que se escuchaba desde tiempos inmemoriales, le dio la vuelta al mundo unas cuantas veces antes de llegar a los oídos de MK por medio de Tang, hace muchos años, cuando no tenía el peso del mundo en sus hombros, cuando no había conocido la magia más allá de los cuentos. Xiaotian no se arrepiente, no era tan infantil como el resto pensaba, cuando aceptó ser el sucesor de Monkey King él sabía que se estaba metiendo en un problema enorme, estuvo dispuesto a correr el riesgo.

Siempre pensó que fue cosa de la suerte, que alguien tan grande como Sun Wukong se fijara en un simple repartidor de fideos, pero ahora, al regresar sobre sus memorias, se preguntó si realmente la suerte fue quien lo trajo hacia Monkey King.

O si fue el destino.

No terminó el contrato con el libro, pero sin duda obtuvo vistazos de él, muchos de ellos que está completamente seguro que ni siquiera Wukong los pudo ver, y eso lo asusta. Pensar que esas palabras estaban destinadas a él, que Lady Bone Demon sabía lo que intentaría hacer y cómo llegar a él incluso con los esfuerzos de su Dada de por medio. Le aterra pensar en que todo esto no es más que en ellos cayendo justo dónde ella los quiere, y que cuando llegue el momento de la verdadera batalla final, ya todo esté decidido por la dama del destino.

Habían pasado días, tal vez incluso semanas desde que lograron forjar el fuego Samadhi, Redson y Mei habían estado muy ocupados en su entrenamiento como para que MK los interrumpiera, el poder de sus amigos era fundamental para vencer a Lady Bone Demon, el chico no podía alarmarlos con más presión innecesaria. Estaban tan cerca de conseguir dominar el fuego, lo sabía, pero eso no impedía el escalofrío que recorría su columna cada vez que se ocultaba el sol, sin tener la certeza de que volvería a verlo salir.

Con cada salida de la luna, las posibilidades de que Wukong sobreviviera se iban agotando, Nezha les había explicado sobre la posesión de cuerpos vivos, y el desgaste para ellos. Incluso liberándolo, había muchas posibilidades de que su mente se rompiera y no se pudiera volver a unir.

Mei era una aprendiz veloz, entusiasta y optimista donde MK sentía que empezaba a flaquear, trataba de no hacerlo evidente, apoyaba con todas sus fuerzas cada demostración que la chica dragón hiciera para ellos, era como ver un rayo de esperanza en medio de toda la oscuridad. MK no le decía a nadie, pero por la noches se consolaba con la última carta que Monkey King escribió para él, sabía que debía estar furioso, que podían haber encontrado una solución, que Wukong no debería haberse rendido tan rápido sin confiar en ellos un poco más. Él sabe que todo lo hizo para mantenerlo a salvo.

Mierda, lo sabe, incluso si nadie más se lo estuviera repitiendo como lo hacían, Xiaotian desarrolló un vínculo tan grande que dolía, porque es su culpa que Wukong prefiriera sacrificarse para mantenerlo a él con vida.

¿Por qué? si algo le pasara a él, sólo tendría que encontrar un nuevo sucesor.

¿Por qué él? si solo era un humano sin ningún talento entre miles de mejores opciones.

¿Qué tenía de especial él, de entre tantas personas para que el destino le hiciera esto? Sin nombre, sin apellido, sin familia biológica, ¿El destino no le había quitado demasiado sin haber pedido nunca nada antes?

Te miro otra vez y yo, vuelvo al pasado... pienso, me recuerdas tanto a él cuando se marchó...

El corazón de MK se detuvo, esa voz... la voz de Wukong.

Una melodía llegó a sus oídos, el suave rasgueo de una mandolina, y el tarareo de una canción. Xiaotian se levantó, pero no vio nada, hasta ese momento se dio cuenta que todo lo que lo rodeaba era un enorme pozo de oscuridad, sin inicio y sin final, con algunas motas azules pintando el aire. Esto no era la realidad, pero esa voz era tan real que sabía que no podía ser una ilusión.