—¡HE VUELTO! —grito triunfante el Dr. Gray.
—Ha vuelto... —Senku se estremeció de pies a cabeza mientras esperaba al pie de la escalera del avión del que Xeno había mandado al loco inmortal menos favorito de todos.
La parte mala de haber enviado al Dr. Gray un año antes a Estados Unidos para que Xeno fuera el que tuviera que soportarlo, era que tuvo que ser con la condición de que pasara solo cuatro años allí en vez de los cinco que habían acordado en un principio.
Ahora esos cuatro años habían pasado, y el Dr. Gray estaba una vez más en Japón, listo para amargarle la existencia al reino científico.
—¡Senku, cuánto te extrañe! —Se lanzó a tratar de abrazarlo, pero claro que Senku lo esquivo—. Ow... Por cierto, traje más gente más gente conmigo. —Señaló a las personas que estaban bajando del avión detrás de él.
Y claro que Senku los reconoció, uno de ellos era Gen y su recientemente adquirida esposa, Elise Coutta, que por muchos años mantuvo oculta solo por no admitirle a Ryusui que también era un buen casamentero ya que, aparentemente, antes de tratar de juntarlo con la asistente de su programa de magia, intentó juntarlo con una ex, pero no lo logró, aunque luego de unos años volvió a intentarlo y creyó que de nuevo no lo logró, pero en verdad sí lo hizo.
Además, con ellos venía Elioth Asagiri Coutta, un hijo de catorce años que Gen había dejado regado antes de la petrificación o algo así, y que descubrió hace poco ya que Elise lo había mantenido oculta.
Por lo tanto, Gen tenía dos hijos con dos madres diferentes, y todos prefirieron mejor no hacer comentarios. Al menos al final decidió establecerse con una de esas mujeres.
Y detrás de la nueva familia Asagiri venía un amigo de Senku, el respetado científico conocido como DJ Ions, junto con su esposa Gabrielle y su hija Danika que tenía la misma edad que Tsukiku.
¿Por qué ninguno de ellos había sido mencionado antes? Esa era una larga historia que comenzó cuando...
—¡Por cierto, finalmente pude rescatar un CD completo de música disco! —gritó el Dr. Gray, sin importarle interrumpir al narrador y la profunda historia que estuvo a punto de contar—. ¡¿Quieren oírlo?!
—No. —Senku lo jaló del cuello de su bata para que se subiera al auto, luego saludo a las dos familias, invitándolos a su casa para cenar y saludar a su esposa e hijas que ya tenían doce y tres años.
Después de echar de una patada al Dr. Gray para que se quedara en su cueva alias laboratorio, Senku se dirigió a su casa junto a los recién llegados.
Ya tenían planeada una gran reunión para recibir a los recién llegados (menos al Dr. Gray obviamente), así que después de comer rápidamente se dividieron en grupos de hombres, mujeres y niños.
En el grupo de hombres, Senku estaba bastante deprimido bebiendo mientras lo demás intentaban animarlo asegurando que no dejarían al Dr. Gray hacer de las suyas con tanta facilidad como antes.
—Yo conocía personalmente a Gray antes de que se volviera loco, ya saben —habló DJ, sorprendiendo a todos con esas palabras porque, aunque Gray era conocido en la comunidad científica, no solía ser alguien muy sociable—. Quizás pueda buscar alguna persona cercana a él que nos ayude a... volverlo menos loco.
—¿Y por qué no dijiste nada antes? —preguntó Senku acusadoramente, tomando de un sorbo lo que quedaba en su copa.
—Bueno, iba a hacerlo, pero...
—No deberían cuestionar los agujeros de guion, ya sabes —habló el Dr. Gray, rellenando la copa de Senku.
Todos voltearon a verlo, con los rostros en blanco.
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Ni lo sueñes
FanfictionSpoilers del manga! / Después de salvar a la humanidad de la petrificación, muchos comenzaron a asentarse, excepto Senku por supuesto. Al ver a Kohaku también soltera, un grupo de entrometidos buscará jugar a casamenteros... pero otro grupo jugará a...