Ni lo sueñes

Capítulo dos

Un par de días después de la boda de Tsukasa y Minami, en la nueva mansión de Ryusui este se encontraba bebiendo su té de la tarde cortesía de Francois mientras hablaba con Gen y unos cuantos de sus amigos.

—¿Y… por qué nos has reunido aquí, exactamente? —preguntó Yuzuriha mientras miraba a su alrededor con curiosidad, cargando a su hijo de tres años en sus brazos.

—Creí que era bastante obvio. —Chasqueó los dedos con una sonrisa traviesa—. ¡Para pedirles su ayuda en entrometernos en la relación de Senku y Kohaku, por supuesto! —admitió sin pena alguna, como sí interferir en las vidas amorosas de otras personas fuera perfectamente normal.

—Yo estoy dentro —aseguró Gen de inmediato.

—Yo estoy fuera —dijo Tsukasa rápidamente.

—También estoy fuera —secundó Ukyo.

—Esperen, ¿por qué quieren meterse en la relación de Senku y la gorila, para empezar? —Chrome estaba muy confundido—. Ellos dijeron muchas veces que son solo amigos.

—Tienes que aprender a leer entre líneas, querido Chrome-chan~. —Gen sonrió diabólicamente—. ¿Nunca te pareció raro que Kohaku-chan siempre estuviera un paso más cerca de Senku-chan que todos los demás? ¿Nunca te llamó la atención que siempre estén dándose toquecitos de hombros y agarrándose de las manos con excusas baratas como subir una pendiente o ayudar a levantarse de una silla?~

—Eh… no. —Los miró con repulsión—. Yo también tomó a Senku del hombro algunas veces. ¿También querrán emparejarlo conmigo?

—Pues no harían mala pareja —aseguró Ryusui con un guiño, a lo que Chrome le lanzó su taza de té a la cara.

—No gracias, soy casado. —Rodó los ojos—. De cualquier forma, no cooperaré.

—No eres divertido, Chrome-chan~

—Bueno, yo sí pienso cooperar. —Minami sonrió, más que muy interesada—. Y quiero ser la primera en sacar la noticia. ¡Mi nombre como reportera se volverá aún más prestigioso!

—Yo no lo sé… ¿Qué hay de ti, Ruri? —Yuzuriha miró expectante a la hermana de la chica co-protagonista de su conversación.

Ruri miró a un lado y luego a otro, antes de sonreír nerviosamente.

—Creo que me abstendré por el momento.

—Una lástima, habrías sido una gran ayuda. —Gen suspiró, resignado—. Muy bien, Tsukasa-chan y Chrome-chan son un caso perdido, pero ¿qué hay de los demás? ¿No quieren ayudar en la felicidad de nuestro querido Senku-chan?~

—Bueno, creo que podría ayudar… —murmuró Yuzuriha no muy convencida—. Pero ¿por qué no puedo decirle nada a Taiju-kun?

—Queremos que esto permanezca oculto de Senku-chan y Kohaku-chan y ya todos sabemos como es Taiju-chan a la hora de guardar secretos…

Todos asintieron, resignados.

—Deberían tener más fe en mi intuición de marinero. ¡Puedo notar perfectamente cuando el canto de una sirena ha enamorado a uno de mis hombres! Y Senku hace tiempo que se habría tirado al mar por la bella Kohaku-chan, solo es cuestión de darle un empujoncito. —Guiñó un ojo.