Capítulo cinco

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—¡Me complace informarles que el Team Sen-Haku tiene un nuevo plan! —Declaró Ryusui a viva voz.

—¿Y quién decidió que nos llamáramos Team Sen-Haku? —Minami alzó una ceja.

—Yo —admitió Ryusui encogiendo los hombros con una sonrisa—. ¡Aunque el plan de hoy fue cortesía de nuestra bella Yuzuriha! —Chasqueó los dedos en dirección a la artesana.

—¿Y cuál es el plan? —Gen estaba ansioso por saber.

—Verán, Taiju y yo saldremos para visitar a mis padres y ayudarles a construir su casa, y cuando le pregunté a mi hijo quién le gustaría que lo cuidase, él dijo que no podía decidirse entre su tío Senku y su tía Kohaku. —Rió tiernamente—. Creo que es una buena oportunidad para que convivan.

—¡Es una gran oportunidad! ¡Bien pensado, Yuzuriha! —Minami aplaudió alegremente.

—Y el pequeño Kinji-chan también podría sernos de ayuda~ —canturreó Gen con una sonrisa maliciosa.

—¿Eh?

.

Si había algo que Senku siempre le agradecería a la genética, eso era que el hijo de Taiju sacó el carácter calmado de Yuzuriha.

Solo esperaba que el próximo mocoso de esos dos fuera tan buen niño como Kinji…

En fin, el punto era que, cuando Yuzuriha le dijo que su hijo quería que él lo cuidase mientras sus padres estaban fuera, Senku aceptó sin pensarlo dos veces, aprovechando que tenía tan poco trabajo por el momento que podía permitirse un día libre.

Por el lado de Kohaku, ella siempre tuvo una debilidad con los niños, y más con los hijos de sus amigos. Y el hijo de Taiju y Yuzuriha era una lindura, lo amaba tanto como a su sobrino. Así que aceptó sin problemas cuidar de él.

Cuando llegaron a la casa de la familia Oki, ambos se sorprendieron, pero de inmediato el pequeño de tres años corrió hacia ellos y atrajo toda la atención.

—¡Hurra! ¡Los dos vinieron! —Sonrió inmensamente.

—No mencionaste nada de esto, Yuzuriha… —Senku sonrió despreocupadamente a pesar de la situación en dirección a su amiga, mientras Kohaku estaba muy ocupada cargando y mimando al pequeño niño.

—F-fue un tanto repentino… Kinji realmente quería que ambos lo cuidaran…

Antes de que Senku pudiera contestar, Taiju se le lanzó encima y tuvo que hacer uso de toda su fuerza para apartarlo de una patada en la cara.

—¡Muchas gracias por cuidar de Kinji! ¡Yuzuriha y yo regresaremos cerca de la media noche! —Después de que Senku se lo quitara de encima, Taiju hizo una profunda reverencia ante ellos.

—Pueden estar tranquilos, lo cuidaremos muy bien —aseguró Kohaku sin dejar de pellizcar las mejillas de la mini copia masculina de Yuzuriha.

Una vez la pareja se marchó, Kinji les pidió ir al parque.

—Ya almorcé, así que quiero jugar un poco —dijo emocionado.

Ni lo sueñesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora