Ni lo sueñes

Capítulo nueve

Senku y Kohaku llegaron a la oficina del Dr. Gray prácticamente echando humo, él apenas pudiendo caminar con los tacones y ella caminando como pingüino por la extrañeza de sentir una extremidad extra en el cuerpo.

—¿Podrías caminar normal, leona? Me estás haciendo ver ridículo —se quejó Senku, malhumorado—. Y ¿podrías decirme cómo demonios puedes patearle el culo al 99% de los hombres aún usando estos tacones absurdamente incómodos? Apenas puedo caminar con esto.

—Yo no sé cómo ustedes los hombres pueden caminar con esta cosa entre las piernas. —Ella hizo pucheros, que normalmente se verían adorables en su rostro pero en el rostro de Senku… Ugh, él apartó la vista rápidamente.

—Como sea… ¿Dónde demonios se metió ese Dr. Dead?

—Su nombre es Dr. Gray…

—Estaba siendo sarcástico, leona. —Negó con la cabeza, y entonces con su visión absurdamente mejorada notó algo—. ¿Una nota? No es del estilo de Gray dejar estas cosas… suele dejar mensajes de voz con su robot en forma de pato por alguna extraña razón…

Tomó la nota y ambos leyeron:

Saludos, queridos amigos. ¡Siempre es bueno recibir visitas! Lastimosamente ahora me encuentro de viaje en el tiempo a cien años en el futuro y me lleve a mi pato-asistente conmigo.

Si son mi querido amigo Senku y la bella señorita Kohaku, deben saber que lo que les pasa no dejará efectos secundarios, ¡no se preocupen! Y el efecto solo durará aproximadamente un mes, creo… De todos modos regresaré pronto para viajar en el crucero, por si tienen más dudas. O si quieren helado de wasabi, aunque odio el helado de wasabi :(

Oh, tal vez vuelvan a la normalidad más rápido si se quedan cerca el uno del otro. O eso creo. ¡Vale la pena tratar!

Besos para la señorita Kohaku, si está leyendo esto~ y abrazos para todos los demás~

Aunque sería raro darle un beso a la señorita Kohaku ahora… bueno, ¡abrazos para todos!~ :D

Cuando terminaron de leer, una ceja de Senku ya estaba temblando incontrolablemente con evidente molestia.

—Maldita sea…

—Lo sé, no puedo creer que estemos un mes así…

—¡No puedo creer que hable de viajar en el tiempo como si fueran vacaciones! ¡Ni siquiera dijo que ya podía viajar al futuro cuando quisiera! ¡¿Por qué no puede estar menos loco y decirme al menos la teoría base para saber cómo demonios lo hace?! —Se retorció el cabello desesperadamente.

—Ja, creo que al final todos aquí acabaremos tan locos como él. —Kohaku rió suavemente—. No te preocupes, ya sabes que no eres el único que quiere hacerlo hablar. Algún día tendrá que decirles algo, aunque sea.

—Hablando de eso… Olvide decirte que acepte ir a Estados Unidos a trabajar en un proyecto con el Dr. Xeno…

—¡¿Qué?! Quiero decir, no me molesta ni nada, ¡pero ahora mismo es el peor momento posible!

—¡¿Crees que no lo sé?! No sé qué se supone que haremos ahora… —Se llevó dos dedos a la barbilla—. No quiero decirles a todos lo que nos ha hecho.