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Las luces golpeaban el rostro de la chica, trataba de mantener una sonrisa como si su vida dependiera de ello; lo cierto que es que no sentía las piernas, su ritmo cardíaco estaba muy acelerado y con el cuerpo sudoroso mantenía la paciencia y el aguante de tratar de no hacer ningún gesto de dolor; sentía un dolor, como un ardor, en el tobillo y dedos del pie derecho.
Hace un año, habían tenido la gran noticia de hacer un concierto juntando a los grandes artistas del momento, los chicos de BTS y la chica en solitario que había ganado gran fama.
Habían hecho todo lo posible por organizar el evento, hicieron algunos mixes de canciones que ellos tenían y unas que ella tenía para hacer un gran show. Después de un gran trabajo la gira mundial por fin estabas empezando, tenían 23 conciertos por realizar.
—¿Cómo estuvo, les gustó?— soltó Namjoon, haciendo que todos los espectadores gritaran de emoción.
—Nuestra querida amiga, ¿lo hizo fantástico no?— añadió Tae señalando a la chica, quién trataba de no llamar la atención en ese momento, obviamente no podía.
Jimin se acercó un poco a Nam para susurrarle un par de cosas, ambos miraron con extrañeza a la chica por lo que el menor se acercó sigilosamente para darle un abrazo, que en realidad era para ver que le sucedía. No era de alarmarse, todos sabían que ellos se trataban así, con mucho cariño.
—Queremos agradecer una vez más que nos hayan recibido con mucho amor...
—¿Qué sucede? ¿Estás bien?— preguntó Jimin preocupado, la sostuvo de la cintura pues el mismo sentía su cuerpo temblar.
—Estoy bien, no te preocupes.
—No lo estás, mírate, parece que te va a dar un paro cardíaco— añadió haciendo algunas muecas por la preocupación— suerte que ya es lo último.
Él mismo te ayudó a bajar del escenario después de unas cuantas despedidas, algunas lágrimas se te salieron por tener muchas emociones encontradas.
Al estar en los camerinos todos estaban apurados para regresar pronto al hotel y por fin descansar, la chica estaba sentada a lo lejos de todos con un cara de preocupación, se quitó aquellos zapatos que empezaban a lastimarla y al ver lo terrible que estaba su pie solo resistió el llanto; estaba hinchado y morado, no podía moverlo porque en verdad dolía.
—Ey, ¿Estás bien?— Jungkook se acercó, bajó su mirada y se encontró con su pie lastimado, de inmediato se asustó— ¿cuándo pasó?
—Shh, solo llévame a la camioneta, no le digas a nadie.
—Pero..
—Jungkook, por favor.
Se mordió el labio y solo hizo caso, la ayudó con su mochila y la abrazó del hombro para que no se lastimara más el pie. Por suerte te tocaba compartir asiento con el, miraba tu rostro, estabas con el ceño fruncido y algunas veces tratabas de aguantar las lágrimas, ya había pasado por esto y sabía como se sentía estar en esas condiciones.
