Presente

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POV GRAHAM

Como cada jueves de cada semana dejé todo el trabajo para más tarde y fui a ver a ver a mi nene a su partido, todo iba normal, solo que no había tenido en cuenta que las cosas ahora habían cambiado un poco

-Señor Coxon, ¿me vino a ver a mi?-preguntó Joe a mis espaldas

voltee a verlo y ahí estaba, con su traje impecable y una carpeta entre sus manos además de la sonrisa más pura del mundo.

-hoy juega Simón, queria verlo...-dije, estaba ya imaginando lo que podía llegar a suceder

-que tierno que sos, se va a poner contento

-él no sabe que vine, y cuento con que no le digas

-¿como?

Me puse a explicarle brevemente lo que pasaba con eso, no quería que Simón supiera lo presente que intentaba ser.
él me escuchaba con atención alternando su cara de incomprensión a una que no me gustó, me estaba diciendo imbécil con la mirada

-es lo más tonto que te escuché decir, si me lo permitís

-creo que es lo mejor para él, no quiero que me vea, se va a enojar, no me quiere acá

-¿realmente hablamos del mismo Simón? Grah, tu hijo te adora

-no quiero que...sienta vergüenza

-vamos-dijo tomando mi brazo

-Joe, no, no quiero molestarlo...

-como profesor puedo decirte que no solo le haria feliz verte ahi, si no que realmente lo necesita, te adora, pero le haces falta y este es un lindo gesto

Aquello me confundió un poco ¿realmente me había equivocado al tomar esa decisión?

Fuimos juntos hasta las gradas pero Joe no me dejó esconderme, nos paramos de forma muy visible.
Vimos el partido y cuándo terminó  intenté irme, me había puesto muy nervioso

-es mejor que me vaya antes de...

-¿papá?-preguntó Simón, cuando voltee a verme estaba parado frente nuestro

-¡vino a verte!-exclamó Joe rompiendo el silencio incómodo que se había armado

-¿en serio?-preguntó él sorprendido

-si...pero esta bien si te da vergüenza, anda con tus amigos, no te preocupes por...

-¿te gustó como jugué?-preguntó sonriendo

-si, sos muy bueno

-¿en serio?

-lo creo realmente-le dije bajando la guardia, claramente Joe tenía razón y Simón estaba muy feliz de verme

-¿te tenes que ir ya?

Miré la hora, aún tenía algunos minutos

-tengo que ir a la empresa, hoy vuelve el abuelo y ya sabes como es...-nombrar a mi padre hizo de inmediato que la buena vibra que había cayera por el piso

-¿no podemos almorzar?

-tengo un rato...

-¡si! Joe ¿querés venir? vamos lejos asi nadie nos ve

-no, no, vayan ustedes-dijo él sonriendo

-¡no! ¡vamos vamos!

-¿quién puede decirte que no a vos,eh?-le preguntó revolviendo su pelo-¿te molesta?-me preguntó a mi

-no, vamos.

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Simón tardó solo minutos en bañarse y fuimos a un restaurante bastante alejado.