11

58 5 31
                                    

POV SIMÓN

Ahora que todos sabían sobre Frank y yo las cosas habían cambiado un poco.
habíamos tenido una cena con papá y Noel cómo si estuviera presentando a alguien nuevo y no simplemente a Frank, mi amigo de siempre.

Pero eso estaba bien para mí, aunque me daba un poco de vergüenza las incansables preguntas sobre si nosotros teníamos pensado...avanzar un poco.

-y es muy importante que esperen un poco, no tienen que quemar etapas ni apurarse, no es necesario que hagas nada que consideres necesario solo por ser novios, ustedes son muy jovenes y...

-papi...por favor-podia sentir mi cara totalmente roja mientras el cereal del desayuno se me agolpaba en la garganta

-bueno, amor-le dijo Noel-no es necesario decirle que no haga nada, Simón sabe que cosas puede y no...

-el...¿podemos seguir desayunando? me da vergüenza

-el sexo no es una vergüenza...

-¡por favor!

-lo importante-siguió, estaban realmente preocupados al respecto pero yo en aquél entonces no lo entendía-es saber que siempre pero siempre, siempre se tienen que cuidar

suspire y cerré los ojos intentando irme mentalmente a otro lado mientras ellos me explicaban muy detalladamente como Frank y yo debíamos cuidarnos si decidimos tener sexo.

Y era un poco gracioso que creyeran que alguien como mi chico pretendiera tener sexo, cuando lo único que tenia en mente era otra cosa

-¡en tu cara, Simón! sos malísimo-gritó él mientras jugábamos videojuegos.

Ahora que saliamos las cosas no cambiaban, seguiamos viendonos todos los dias en casa después de la escuela para "estudiar" aunque lo único que realmente haciamos era jugar videojuegos.

Yo no era malísimo, por un lado me gustaba dejarlo ganar, sabía que eso lo hacía feliz y que si perdía se ponía de pésimo humor.
pero por el otro estaba muy distraído, ahora que podía quedarme mirandolo lo hacía siempre y cada vez me gustaba más, me gustaba como le quedaban los lentes, como su pelo siempre estaba revuelto; me gustaba su nariz, sus labios y la sonrisa que se le dibujaba en ellos, me gustaba como se vestía, incluso el uniforme del colegio le quedaba bien.

-¿porque no hacemos otra cosa?-pregunté

-pf, eso es porque perdes-respondió pausando la partida

dejó el mando del juego a su lado, los dos estábamos sentados en la alfombra de mi cuarto, frente a mi televisor.

Nos besamos, nuestros besos parecían mejores cada vez que lo hacíamos, y el asco que siempre me habían dado los llamados "besos franceses" había desaparecido, me gustaban los suyos.

-ay yo tenía el mismo y lo amaba hasta que papá me lo tiró, dijo que ya era grande-dijo tomando un peluche de dinosaurio que solia estar en la repisa que acomode esa tarde, desde que Frank era mi novio me encargaba de que mi cuarto estuviese reluciente

-era mi favorito, fue el primer regalo que me dio Noel-dije con nostalgia, aún recordaba cuando ibamos al parque de dinosaurios, antes de que lo cierren

-sos muy tierno, Simón-dijo dejandolo sobre la cama

-ya sé, soy un tarado, tengo que cambiar eso

-no-respondió mirandome a los ojos-estás bien asi, no quiero que cambies nada

Sonreí pero luego recordé lo que pasaría aquella tarde, íbamos a ir a nuestra primera salida como novios y estaba nervioso

-Frank...te quiero pedir algo

-¿que?

-me da vergüenza...es que es algo que quiero hacer

-y decime

-podes decirme que no, lo voy a entender

-Simón, soy yo

Respire hondo y decidí simplemente decirlo

-¿te acordas cuando tus papás me llevaron con ustedes a las vacaciones?

-si

-¿te acordas cuando tu papá nos llevó a la sala de juegos esa? que tenia las maquinas de peluche y vos sacabas un montón

-¿que tiene que ver? no entiendo nada

-¿podemos ir hoy a una en la feria y me enseñas a sacar?

-¿eso era?-preguntó

le dije que si con la cabeza

-¿y tanto miedo por eso?

-es que...¡quiero sacarte un muñeco y no quiero quedar como un tonto!

Él se empezó a reír y me besó

-sos lo más tonto y lo más tierno del mundo, si, en nuestra cita te enseño.

●●●

En nuestra cita, cosa que se convirtió en real cuándo él caminó junto a mi de la mano entre los juegos mecánicos y puestos de comida, cumplió su promesa y me enseñó.
No tardé tanto, aprendí rápido, sacamos algunas golosinas y luego fuimos a comer algo.

En la rueda de la fortuna nos besamos con vista a la playa y cuándo bajamos finalmente lo vi.
Frank era fanático de muchas tonterías, su muñeco podía ser sobre cualquier cosa, pero vi en una de esas cabinas el muñeco perfecto.

Era una cabina de peluches de dinosaurios y entre ellos estaba el mio, el que él me había dicho que tenía uno igual.

Al parecer no había aprendido tanto porque estuvimos en esa cabina perdiendo todo mi dinero en intentos frustrados.

-me queda el último billete

-simoncito, dejalo, esta bien, vamos al tunel del terror

-¡no! quiero darte esto-dije metiendo el billete

-¿porque no me dejas a mi,lo saco, te lo doy y me lo regalas?

-no-dije concentrado-lo voy a sacar

eramos solo la garra mecánica y yo.
Frank me aconsejaba y guiaba con las manos, pero yo solo podía escuchar mis pensamientos.

Afortunadamente los consejos de papá Graham a veces funcionaban "solo escuchate a vos mismo".
saque el dinosaurio y se lo regalé, era mi primer regalo como novio.

Empezamos a caminar para irnos dado que todos mis intentos nos dejaron sin dinero y casi en la salida nos cruzamos con Lily y Jenny.
Él soltó mi mano de inmediato.

Sabía que Jenny gustaba de él, y hasta donde sabía, antes que yo ella le gustaba a él.

Nos saludamos y cuándo cada uno seguía su caminó ella lo llamó

-Frank, ¿es para mi?-le preguntó, le estaba coqueteando

-eh...bueno-dijo él nervioso

Jenny tomó el dinosaurio y siguió su camino, nosotros nos quedamos allí.

-¿porque...

-perdón

-¿es un chiste? ¡lo saqué yo para vos! ¿y se lo das a ella?

-¡perdón! me puse nervioso, Simón, su madre es mejor amiga de la mía...

-¡¿y que?!

-y lo va a saber, mamá se lo va a contar a papá y...

-¿que tiene de malo?

-no todos tenemos padres como los tuyos, amor, los mios se van a enojar y...

Obviamente no tenía idea de lo que me hablaba, para mi que dos chicos sean novios era algo normal.
me fui de allí solo y volví a casa llorando.

PresenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora