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POV GRAHAM

Joe se instaló en mi cama y en mis días de forma tan lenta que a penas me di cuenta.
La mañana siguiente a la primera noche desperté junto a él y quise despertarlo, quería estar solo, pero él, profundamente dormido, me pasó un brazo por la cintura y fue recién entonces que entendí lo mucho que extrañaba y necesitaba un contacto como ese.

Desde ese día empezamos a vernos con bastante regularidad.
le había pedido discreción y él me la había dado, eramos muy cuidadosos al momento de encontrarnos, pero una vez en casa todo cambiaba.

de pronto, mi casa que siempre parecía muy fría se había vuelto cálida y luminosa, él siempre estaba contento, siempre riéndose de algo, queriendo compartirlo y tenia toda esa dulzura que lo volvía alguien muy inocente.

En varias ocasiones me sorprendí a mi mismo sonriendo al encontrar algún rastro suyo por la casa, a veces dejaba olvidada alguna de sus prendas de vestir, un guante, una bufanda, lo que sea, yo lo encontraba, lo tomaba y recordaba que ahi, en mi cama, mi sillón, mi mesa, mi baño había estado alguien que estaba feliz de compartir su tiempo conmigo.

Sin embargo y naturalmente yo no estaba listo para eso.
habían pasado solo tres semanas, tal vez cuatro, de nuestro primer encuentro y a veces parecía que estábamos juntos, y yo no queria estar con nadie, no quería volver a lastimar a alguien nunca más.

Había intentando hacerselo entender pero era difícil, él queria estar conmigo y yo me volvía algo débil a sus encantos, no podía ocultar la sonrisa al abrirle la puerta y aquello lo impulsaba a seguir adelante.

-comida china-dijo dejando dos grandes bolsas de un restaurante sobre la mesa-la tuya vegetariana, no me mires asi

Habíamos pasado la noche juntos.
él había salido a comprar aquéllo y verlo regresar, verlo entrar con una llave que le preste, el sentirme tan tranquilo junto a este hombre me atemorizo por completo

-ya hablamos de esto, creo que podemos vernos pero estamos...yendo rápido a algo que no va ser

-de hecho yo quisiera pasar más tiempo con vos, no me alcanza, dejame conocerte

-nos conocemos bastante bien

-no, solo tenemos sexo, y me encanta, pero me parece que sos muy interesante, quisiera descubrirte y no me estás dejando

-es que no creo que tengamos que hacer esto

-¿comer?-preguntó sonriendo

-dale

-me gustas

-y vos a mi,pero si Simón se entera va a estar confundido

-Simón y yo nos llevamos muy bien, hablamos mucho, acá, entre nosotros, es mi favorito

No dije nada, él me encantaba,y no solo de forma sexual, pero tenía tantas dudas con respecto a todo, había arruinado todas mis relaciones y sabía que arruinaria esa también

él rodeo la mesa y se paró junto a mi, tomando mi mano

-no quiero que tengas miedo de quererme, somos dos adultos que no le hacen mal a nadie

-más allá de mis miedos, no creo que sea correcto salir con un maestro de mi hijo

-¿estamos saliendo?-preguntó sonriendo y acercándose más

-no, o sea...

-suena lindo-murmuró sobre mi cuello antes de besarlo-yo saliendo con Graham Coxon, me gusta

-vos sos lindo, demasiado, no merezco...

-Graham, vos mereces cosas buenas

-no es cierto

PresenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora