Al día siguiente, Ruan Qiuqiu se despertó de la cama y abrió los ojos. Cheng Jun, que estaba a su lado, no estaba por ningún lado. No pudo evitar sentirse aliviada.
Afortunadamente, si se miraran a los ojos en el momento en que despertaran, ¿qué tan incómodo sería eso?
Mientras Ruan Qiuqiu pensaba, el cepillo de dientes eléctrico de Cheng Jun emitió un zumbido. Tenía una toalla al hombro y el pijama le quedaba holgado. Perezosamente asomó la cabeza por detrás de la puerta. Acompañado por el sonido del cepillo de dientes eléctrico, su boca se llenó de espuma mientras la saludaba vagamente.
"Buen día."
"Ah, buenos días."
Ruan Qiuqiu quedó atónito por un momento. La postura natural y familiar de Cheng Juan hacía parecer que habían compartido la misma cama innumerables veces, y él se despertaba primero para lavarse.
Anoche, ambos estaban bien abrigados. Cheng Jun no pudo deshacerse de la colcha cuando estaba excitado, por lo que Ruan Qiuqiu se sintió aliviado. Durmió bastante cómodamente hasta el amanecer. Estaba llena de energía, excepto que tenía el labio inferior un poco hinchado.
Ruan Qiuqiu rápidamente fue hacia el espejo y miró...
Efectivamente, sus labios eran suaves y rosados. Tenía los labios más carnosos de lo habitual, como si le hubieran inyectado ácido hialurónico.
¡Estaba hinchado! ¡Todo fue culpa de Cheng Jun!
El más deprimido entre los dos fue definitivamente Cheng Jun. Anoche, cuando Ruan Qiuqiu estaba medio dormido, luchó un par de veces. Intentó silenciosamente no despertar a Ruan Qiuqiu, pero falló y finalmente tuvo que darse por vencido.
Cheng Jun estaba envuelto como una bola de masa de carne. Silenciosamente miró al techo y se puso a pensar profundamente.
¿Dónde se equivocó exactamente?
Cheng Jun se despertó por la mañana y miró a Ruan Qiuqiu, que dormía profundamente. Estaba durmiendo profundamente. Su rostro estaba rosado y sus labios ligeramente abiertos. Ella era tan linda. Los ojos de Cheng Jun se movieron, pero recordó que todavía estaba bien abrigado. Quería liberarse primero.
Entonces.
Entonces.
Cheng Jun cayó al suelo con un plop.
Afortunadamente, había una colcha suave como amortiguador. Cuando cayó al suelo, no hizo mucho ruido. Ruan Qiuqiu no se despertó. Cheng Jun se tumbó en el suelo y pensó en la vida durante mucho tiempo. Decidió levantarse.
Ruan Qiuqiu miró a su alrededor como un ladrón durante todo el camino.
Muy bien, no había gente sospechosa a la vuelta de la esquina y el campo de visión era amplio. No había posibilidad de que alguien se apresurara repentinamente y no pudiera esconderse. Su comportamiento astuto rápidamente atrajo la atención de Cheng Jun.
Cheng Jun: "..." ¿No estaban aquí para comprar cosas?
Cheng Jun finalmente no pudo evitar presionar la cabeza de Ruan Qiuqiu y preguntar: "¿Qué estás haciendo?".
