Infiltrado en las sombras ➝ Jeff The Killer [Creepypastas]

3. No confíes en Jeff.

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑.

La lluvia caía con una persistencia inquebrantable, formando un mar de gotas que azotaban las ventanas de la cafetería. El sonido del agua golpeando el cristal se mezclaba con el zumbido de conversaciones animadas de los clientes que buscaban refugio de la tormenta. Cada uno de ellos estaba sumido en su propia burbuja de conversación, ajeno al mundo exterior.

Hacía ya un mes desde que Liu, el hombre de ojos verdes y la peculiar bufanda, se había convertido en un cliente habitual de la cafetería. Cada tarde, él ocupaba la misma mesa en la esquina, observando discretamente a Nix mientras ella tomaba pedidos y preparaba las bebidas. A pesar de la presencia constante de Liu, había llegado a sentirse cómoda con su presencia, como si fuera parte del paisaje de su rutina diaria.

Sin embargo, esa tarde, cuando Liu finalmente decidió partir, se acercó a Nix con una expresión seria en su rostro. La miró profundamente a los ojos y le dijo en voz baja:

—Nix, hay algo que debes saber. No confíes en Jeff. Sabrás quién es cuando lo veas. Mantente alerta y protege a tu amiga Claire. No te acerques a él.

La advertencia la dejó perpleja. ¿Quién era Jeff y por qué debía mantenerse alejada de él? Las preguntas danzaron en su mente mientras Liu se despedía y salía a la lluviosa noche.

Después de recibir esta misteriosa advertencia, Nix se quedó preguntándose sobre su significado mientras continuaba trabajando en la cafetería junto a Claire. La tarde transcurrió sin incidentes, y la lluvia persistente creó un ambiente aún más acogedor dentro del local, como si estuvieran resguardadas de los secretos oscuros que acechaban fuera.

Sin embargo, al finalizar la jornada, cuando Nix y Claire se prepararon para regresar a casa, una sensación inquietante comenzó a apoderarse de ella. Era como si la advertencia de Liu estuviera impregnada en el aire, como un presagio oscuro que se cernía sobre ellas. La lluvia caía con más fuerza mientras caminaban por el callejón, y Nix sabía que debía estar alerta, esperando ver a alguien llamado Jeff, tal como Liu le había advertido.

Entonces la joven notó a través del escaparate cómo un hombre, oculto bajo una capucha, seguía sigilosamente a una joven que caminaba sola por la lluviosa noche. Era una escena perturbadora, y Nix sintió que debían hacer algo al respecto.

—Claire, mira a ese hombre. Creo que ya lo había visto antes. Parece estar siguiendo a esa chica afuera.

Claire frunció el ceño y se asomó por la ventana.

—¡Oh no, eso es espeluznante! ¿Qué deberíamos hacer?

Antes de que pudieran decidir, decidió salir corriendo tras el hombre, con Claire siguiéndola de cerca. Juntas llegaron al callejón, donde la oscuridad y la lluvia los envolvían por completo.

Nix pudo ver a lo lejos al misterioso hombre, quien había detenido a la joven, pero antes de hacer algo el hombre se dio la vuelta lentamente y se acercó a Nix, dándole la oportunidad a la otra de escapar, sin embargo, su rostro aún estaba oculto bajo la capucha.

—Tú y tu amiga no deberían haber intervenido, pequeñas curiosas —murmuró con voz fría.

Claire yacía en el suelo, aquel extraño la había dejando inconsciente empujándola contra la pared más cercana con una fuerza brutal, mientras Nix sentía un escalofrío recorrer su espalda.

La lluvia continuaba cayendo, como si la tormenta se hubiera intensificado en respuesta al oscuro giro de los acontecimientos. Las gotas golpeaban las calles y tejados con una ferocidad inquebrantable, añadiendo un eco ominoso al ambiente ya tenso en el callejón oscuro.

Nix, decidida a proteger a Claire, se mantuvo entre el misterioso hombre y su amiga inconsciente. La mirada de este individuo era una mezcla de frialdad y determinación, su voz seguía cortando el aire como una cuchilla afilada.

La escena parecía sacada de una pesadilla, y Nix sabía que debía mantener su mente enfocada a pesar de la ansiedad que la abrumaba.

—Por favor, déjala en paz —suplicó Nix, sus palabras temblando con la intensidad de la situación. Cada segundo que pasaba, su corazón latía más rápido, llenándola de una sensación de vulnerabilidad.

El misterioso hombre se acercó más, su mirada penetrante clavándose en la de Nix. La lluvia seguía empapando sus ropas y la hacía sentir más vulnerable que nunca. Cada paso que él daba era lento y deliberado, como si disfrutara de cada segundo de su dominio sobre la situación.

— Me llamo Jeff, pero supongo que el estúpido de Liu ya te lo habrá dicho. Por cierto, no me gustas que rondes a otros hombres ya que pronto serás solo mía, Nix —susurró con una voz gélida que hizo que la joven se estremeciera. Sus palabras llevaban consigo una amenaza implícita, una promesa de que su presencia en la vida de Nix se volvería aún más aterradora.

Nix, luchando contra el miedo que la embargaba, retrocedió un paso, sintiendo la fría humedad del suelo a través de sus zapatos. No sabía quién era este hombre ni qué quería de ella, pero sabía que debía encontrar una manera de escapar de su alcance y buscar ayuda. La lluvia seguía cayendo, y con cada gota que tocaba su piel, la urgencia de la situación se volvía más apremiante.

Acercó su mano sucia y ensangrentada hacia ella, tocando lentamente su mejilla como si tuviera miedo de romperla en mil pedazos y luego las apretó con la suficiente fuerza como para hacerla soltar un gemido de dolor.

Sonrió de lado, complacido por su reacción. — No te acerques a Liu, a menos que quieras que tu querida amiga muera.

Soltó su rostro y corrió en dirección contraria soltando una risa siniestra que recordaría por siempre.

Cómo pudo tanteo el celular en uno de sus bolsillos, pero ya no lo tenía, aquel hombre se lo había llevado. Se acercó decidida a su amiga y la levantó como pudo, llevándola consigo al hospital más cercano.

— Vamos, Claire. Resiste un poco —sorbió por su nariz para evitar derramar alguna lágrima y se prometió que jamás permitiría que vuelvan a lastimar a su amiga.

𝗜𝗡𝗙𝗜𝗟𝗧𝗥𝗔𝗗𝗢 𝗘𝗡 𝗟𝗔𝗦 𝗦𝗢𝗠𝗕𝗥𝗔𝗦
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