Eres Luz de Estrellas

Capítulo 16 | Atracción falsa

Capítulo 16 | Atracción falsa

EVE

— Amiga, hay un chico en las gradas que no deja de mirarte —frunzo el ceño y volteo a la dirección que me indica—, tiene un buen rato viendo el entrenamiento, o más bien, viéndote a ti.

Paseo mi mirada por las gradas, hasta que lo veo.

Algunos mechones de su cabello sobresalen de la gorra y tiene uno de sus codos recargado en la rodilla.

En cuanto lo saludo, recompone su postura y levanta la mano, respondiéndome.

— Es guapo, ¿lo conoces? —me cuestiona Leah atrayendo otra vez mi mirada.

Dudo un momento antes de asentir.

— Si, es mi mejor amigo...—otras palabras se quedan atoradas en mi boca.

— Se nota que le gustas —dice con una sonrisa mientras levanta sus cejas—, me parece haberlo visto en los partidos.

Claro que no le gusto.

— De hecho, también es mi novio —respondo sin más, haciendo que Leah abra los ojos con sorpresa.

— ¿Por qué no me cuentas las cosas importantes? —me reprocha antes de darme un golpe en el abdomen con su botella.

Suelto una leve risa antes de alejar su brazo de mí.

Si bien, Leah y yo hemos formado una amistad sólida, aún no tenemos demasiadas conversaciones donde nos contemos cosas personales, normalmente hablamos sobre voleibol o compartimos detalles sobre nuestras asignaturas.

Pensé que tal vez lo sabía por otras integrantes del equipo que estuvieron en la fiesta de Gibran, así que preferí omitirlo.

— Creí que lo sabías —me defiendo.

— ¿Cómo voy a saberlo? Ni siquiera está en tu Instagram algo sobre él —se queja sin dejar de observarlo—. Más bien, no se te da mucho publicar nada más que cosas de arte o libros —comenta—. Bueno eso no importa, preséntamelo, quiero saber si te conviene.

Pienso que es una broma pero me mira totalmente seria.

— ¿Quieres saber si me conviene? ¿Quién eres? ¿Mi madre?

— Soy la capitana del equipo, eso es suficiente —replica tomando mi mano dispuesta a ir hacia las gradas.

Alex al vernos, se levanta y baja las escaleras.

— Evette ya me dijo que eres su novio, ¿cómo te llamas? —le pregunta cruzándose de brazos.

La forma en la que le pregunta me desconcierta y a Alex igual.

— Alexander —responde con la misma expresión que seguramente tengo en el rostro.

— ¿Estás aquí para distraerla?

¿Qué demonios está pasando?

— No, no, quedamos en vernos después de su entrenamiento, no vine a distraerla —responde de inmediato, negando con la cabeza.

— Bien, eso espero, no me gustaría que Evette tuviera que hacer cien abdominales como castigo por no estar concentrada.

Frunzo el ceño y la volteo a ver completamente confundida por su actitud.

— Jamás lo haría con esa intención, si ella prefiere que no esté aquí, lo haré —me mira sincero y siento la vergüenza arremolinarse en mi rostro.